Boruto sabiendo que seria la sombra de su padre cuando creciera, mas no tener un sueño o objetivo decide centrarse 100% a su entrenamiento como ninja a corta edad para demostrarle al mundo lo que seria capaz.
con un pergamino con todas las técnicas...
Todas las miradas estaba puesta es solo dos personas.
Una de ellas era el rubio uzumaki, quien se estaba llevando las miradas de algunas chicas, pero este lo ignoraba, sólo pensaba si cortarse el pelo ya que hace tres años que no se lo cortaba y lo dejó largo, casi como su abuelo minato namikaze.
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(póngale las dos marcas en cada mejilla)
La otra era la azabache uchiha, pues también se estaba llevando las miradas de alguno chicos, pero también lo ignoraba, sólo estaba arreglando su cabellos desordenado debido al entrenamiento.
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Pero no sólo por eso, antes nadie sabía quiénes eran, sólo se dieron cuenta por el logo de sus ropas, de una vez los murmullos empezaron, ya que habían aparecido el hijo del hokage y la última uchiha.
Pues debido al entrenamiento casi nadie los veía, pues como levantaban a las 6 ama y terminaba a las 10 pm casi 11, nadies los veían.
-oye sarada tienes hambre? Y vamos a cenar algo.-pregunto boruto ignorando olímpicamente los murmullo.
-esta bien, la verdad estoy cansada como para llegar a mi casa para hacer la cena.
-que te parece unas hamburguesa, hace tiempo que no comemos hay.-dijo con una leve sonrisa
En parte tenía razón, no sólo entrenaban, sino también tenía una dieta realmente estricta, por algo se parecían jóvenes entre 14 a 16 años, eso fue algo decidido por ambos. Ademas una pequeño regalo no vendría mal, además boruto le pego un poco el gusto por la hamburguesa a sarada.
-esta bien, vamos.
Una vez decidido fuero a kaminari burguer.
Pero en la mente de boruto había otro cosa.
Boruto tenía la intención de alfin declarase a la uchiha, aunque no tenía las mínima idea de como hacerlo, pensó en varias formas y ninguna le parecía buena, entonces miró de reojo la mano de sarada, ¿tal vez tomarle la mano seria un paso no?.
