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Ahh... Fin de semana, Sunghoon amaba los fines de semana, eran los únicos días, desde sus vacaciones, en los que podía tener a sus amores con él todo el día.

Ahora mismo se encontraba dormitando entre los brazos de Heeseung, la noche anterior había decidido dormir a su lado, siempre era Jake con quién iba en las madrugadas, ésta vez quiso que fuese con su hyung pelinegro.

Sentía cómo el mayor jugaba con su cabello removiendo estos o simplemente dejando caricias, Sunghoon no quería abrir lo ojos ni mucho menos levantarse, no quería salir de esa bella prisión que eran los brazos de su Hyung

–Hoonnie.- pero claro, el mundo jugaría en su contra.–Bonito tienes que despertar ya.

Sunghoon frunció el ceño negando, la manta que cubría ambos cuerpos la subió hasta cubrir su cabeza pegándose más al cuerpo del mayor. Heeseung sonrió por lo tierno que era su gatito cuando no quería levantarse en las mañanas.

–Vamos cariño o Jakey y yo no te daremos besitos hoy.- Ah, Heeseung sabía con que amenazar a su pequeño.

–Ish, pero Hyung es fin de semana y ustedes están aquí.- Sunghoon salió de su escondite mirando a su mayor con un puchero formado en los labios.– Déjeme dormir un poquito más... Que Jakey hyung también venga y que estemos los tres en cama... Porfi.

Heeseung se lo pensó un poco, pero después negó.

–Tenemos algo preparado para ti.- susurró cerca de su oído esperando que así cayera.

Una sonrisa se formó en sus labios al ver a su pequeño tallar sus ojitos para después sentarse en la cama.

–No perdamos tiempo entonces, iré a despertar a Jake hyung.- Sunghoon salió de la habitación para ir donde su hyung castaño quién aún seguía en el país de los sueños.

–Gatito interesado.

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Después de que Sunghoon fuera a despertarlo sentándose en su regazo y moviéndolo con poca delicadeza, Jake no tuvo de otra que dejar su cómodo sueño para atender a su pequeño. Sunghoon, aparte de despertarlo por lo que el mayor de la casa le había dicho, quería que su hyung le diera amorcito. Jake, quien aún tenía al menor sobre su regazo, se sentó en la cama abrazando la cintura bien formada del contrario dejando uno que otro besito en su cuello o en su mejilla, al menor le causaba cosquillas y le hacía soltar pequeñas risitas que el castaño siempre amó escuchar.

Ambos estaban cómodamente en su burbuja hasta que el tono del teléfono de Jake los sacó de ahí. El mayor suspiró con fastidio tomando su teléfono sin mirar el nombre de quién estuviera llamando. ¿Quién le llamaba tan temprano?. Esperaba que fuera alguna compañía que solo llamaba para promocionar así colgaría de inmediato y regresaría a mimar a su pequeño, sin embargo la voz de su compañero de trabajo lo hizo regresar al cien a la tierra.

–Buenos días princesita.- Jake retuvo una queja al escuchar la irritante voz de Huening Kai al otro lado de la línea.

–¿Kai qué mierda? ¿Por qué llamas a ésta hora?.- sintió un pequeño golpe en su hombro mirando a Sunghoon, susurró un lo siento. A su pequeño no le gustaban las malas palabras.

–Uy que genio, para tu información son las ocho de la mañana y respondiendo a lo segundo, el señor Min quiere que vengas a la empresa.

-–Pero es fin de semana.- Sunghoon, quien estaba escuchando la conversación gracias a que Jake tenía puesto el altavoz, miró al castaño con ojitos brillosos. ¿Su Jake tendría que salir precisamente hoy?.– Se supone que son nuestros días libres.- a duras penas tuvo que bajarse del regazo de su hyung para que este pudiese sentarse de manera más cómoda.

♡*。.little hoonnie.⁠。⁠*⁠♡  heejakehoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora