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Giró las llaves de la puerta principal y lo primero que lo recibió fue el rostro recién lavado de Kang Taehyun.

—Hey, ¿por qué me asustas?

El menor se hizo el indignado y secó su rostro con una toalla. La verdadera razón es que estaba haciendo ejercicios en la sala, después de estar ansioso desde las seis por la llegada de cierta personita.

—Acostúmbrate al perfecto rostro de tu esposo.

Beomgyu lo empujó sin fuerzas y fue a dejar sus zapatos, junto a su bolso a un lado. Allí se cambió por unas pantuflas (que ahora le pertenecen) y todo bajo la mirada de su "jefecito".

—Deja de mirarme tanto, me voy a desgastar.

—Solo noto que colocaste los pies al revés.

Era verdad, movió sus dedos para sentir cierta incomodidad y cambió ambos pares con un poco de vergüenza.

Pero a Taehyun le pareció lindo, no era algo por lo que lo fastidie. Otro aspecto que resalta del castaño es que muchas veces es distraído, pero es parte de su ternura natural, no debía fingir y eso lo traía loco.

—¿Haerin está durmiendo? —preguntó después de calmar el calor de sus mejillas.

—Sí, los sábados la dejamos dormir hasta las diez, o bueno, ella siempre baja un poco antes.

—Umm, entonces solo estamos los dos...

¿Por qué tenía que decirlo?

—Pues sí —Respondió obvio—. ¿Por qué? ¿Nervioso?

—Ay, cállate.

Y ahí iban de nuevo, con su relación de Tom & Jerry.

Kang decidió darle un respiro y se encaminó a la cocina, donde tenía preparado algo.

—Dime que no desayunaste.

—Em... —No le iba a decir que en su cuarto no había más que otra manzana—. Todavía.

—Genial, porque pienso hacer waffles con frutas.

—Cuidado y los quemas.

—Confío en mis dones, Beomgyu, no te preocupes.

El mayor sacudió ciertos mechones de su frente para hacerlo igual con la sensación de escucharlo decir su nombre.

—No sé si esté bien que cocines para mí... Ya sabes, yo vengo a trabajar, no a saquearles la comida.

—Pero qué dices, si no comes, entonces se malogra —Eso no le gustó a Tae—, además, tú puedes comer lo que quieras, así cuidas mejor de nosotros.

Beomgyu alzó una ceja, ese "nosotros" de dónde salió.

—Creí que solo era niñero de Haerin —Canturreó para molestarlo.

—Ah, sí eso, pero si estás en casa de los Kang, es porque cuidas de ambos, es lógica.

No iba a admitir que se puso nervioso y habló más rápido de lo normal.

—Ok, ok, no te molesto más..., aunque no tuvo sentido lo que dijiste.

—¿Quieres tu waffle con arándanos y fresas? —Cambió de tema para evitar molestarse.

Beomgyu rio, autodenominándose ganador de la conversación, y le pidió que también agregue plátano a su desayuno.

A Kang le gustó que el mayor elija y no se avergüence de pedir lo que le gusta solo por no ser su casa.

Ese desayuno fue uno de los mejores que había probado desde que se mudó a Seúl. Le recordó lo lindo que era comer en compañía, incluso si los dos masticaban en silencio, concentrados en el sabor. Quizás no era el mejor momento para ser melancólicos, pero no pudo evitar demostrarlo con sus facciones.

—¿Te gusta?

Taehyun lo sacó de sus pensamientos.

—Debo admitir que extrañaba tomar desayuno con alguien... Está delicioso, Taehyun, gracias.

El menor se esperaba un "No me gusta, puedes mejorar" o algo parecido, pero la respuesta fue por mucho de su agrado. Estaba sonriendo con orgullo, si bien dicen que la forma más segura de enamorar a alguien es por el estómago, él lo estaba aplicando.

—No hay de qué, es la receta que mi abuela me enseñó, la mezcla lo es todo.

—Pues mis felicitaciones a tu abuela porque el sabor es exquisito.

—Se los haré llegar —Respondió con una sonrisa—. Sabes... estaba pensando si después de que termines tu turno, podríamos ir a caminar y tomar un café, pero solo si no tienes nada que hacer... y bueno, si deseas también.

Esa es la primera invitación que recibe en lo que lleva del año.

—En realidad, no es que tuviera otras cosas que hacer después, así que sí, voy contigo.

—Genial, hace unas semanas abrieron una cafetería con temática soft —Tomó valentía para decir lo que sigue—, cada que pasaba me acordaba de ti, comparten ese aura delicado y pensé que te gustaría ir...

Los labios de Beomgyu se abrieron involuntariamente.

—Oh, ahora no puedo esperar por ir.

Los dos sonrieron, quizás esa era la etapa donde los sentimientos comienzan a florecer y se sentía como si alguien tatuara la sonrisa en tu rostro.

Los dos sonrieron, quizás esa era la etapa donde los sentimientos comienzan a florecer y se sentía como si alguien tatuara la sonrisa en tu rostro

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en serio aaa, muchas gracias <3

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Babysitter ✶ ᴛᴀᴇɢʏᴜ⤴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora