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¿Qué estás dónde?

El grito fue lo suficiente alto para que Beomgyu oyera sin necesidad de altavoz.

—En Daegu, mamá —contestó apenado.

Se encontraban en la casa de Beomgyu, sus padres los recibieron con cariño y les pareció tierno que Taehyun haya seguido a su hijo hasta tan lejano pueblo.

Fue después de unas tres horas de insistencia, que Taehyun por fin llamó a Miyeon para decirle en dónde estaba verdaderamente.

¿Cómo llegaste hasta allá? Dime que no te engañaron esos monasterios.

No~ —Rio para aligerar—. Vine con... mi novio.

La mayor guardó silencio, la única persona que ella sepa viajaría a Daegu por vacaciones era nadie más que el chico que lleva viviendo en su casa más horas que ella. El niñero, a quien le deja encargado a su pequeña, pero último vio algunos acercamientos con su hijo.

Veamos, tienen casi la misma edad, los dos actuaban raro algunas veces que ella llegaba del trabajo y hasta peleaba con Haerin por la atención de Beomgyu.

Como pudo ser tan ciega, el novio de su hijo estaba en sus narices y ella no había sido tan perspicaz, como se consideraba, para notarlo.

—¿Mamá? ¿Sigues ahí?

Haerin-ah, ¿quieres ir de paseo con mami? —Habló lejos del micrófono.

Taehyun abrió los ojos, de todas las reacciones, no esperaba que su madre vaya directo a buscarlo.

—¿V-vendrán?

Sí, envíame la ubicación para no perdernos.

Vio a su novio, en busca de alguna ayuda, pero Beomgyu estaba igual de sorprendido.

—Pero donde nos quedamos es muy pequeño.

—¿Es un hospedaje?

Beomgyu negó, no quería que le mintiera más.

—E-es la casa de mi novio.

Entonces no hay problema, Beomgyu me contó una vez que tenían dormitorios hasta para cuatro familias. Su casa es grande, Taehyun, no me vengas a mentir.

—Cómo- Mamá, ¿cómo sabes que él es...

Uní las piezas, me hubiera gustado que me digas desde el primer día, pero ahora que sé que es Beomgyu, ya no estoy a la expectativa.

—¿Vendrás a llevarme? —Preguntó asustado.

Pienso quedarnos, podrías pasarme el número de la señora Choi, para pedirle permiso.

Al menos no quería separarlos.

—Sí, la señora es muy amable, de seguro que acepta que nos visiten.

Ya hablas como si vivieras ahí, te pasas, Kang.

—Gracias, mamá.

¿Por? Todavía me falta interrogarlos, no grites al cielo.

Sí, sí, entiendo —Sonrió por fin.

Nos vemos, entonces, pórtate bien hasta que lleguemos. Haerin estará feliz de ver a Beomgyu.

Y él también.

Cuando la señora Choi se enteró que tendrían más visita, de inmediato se olvidó de sus dolores de rodilla y llevó a los dos muchachos hasta el mercadillo, haría una cena deliciosa para recibirlos

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Cuando la señora Choi se enteró que tendrían más visita, de inmediato se olvidó de sus dolores de rodilla y llevó a los dos muchachos hasta el mercadillo, haría una cena deliciosa para recibirlos.

Ya en casa, Taehyun fue el más entusiasmado por ayudar.

—Tienes talento para la cocina —Le dijo su suegra cuando lo vio cortar cebolla verde con destreza.

—Gracias, siempre suelo cocinar cuando me aburro.

—Pues déjame decirte que hasta superas a Beomgyu, este niño solo sabe echarle agua a los fideos.

—Mamá~, era innecesario ese comentario.

Taehyun rio, ver a su novio con las mejillas rojas fue divertido.

—Sigue lavando esas hojas que las necesito para mi salsa.

Beomgyu rodó los ojos e hizo caso, ahora tenía que aguantar a su madre hablarle de él con cada cosa que hacían, y parecía que Tae lo disfrutaba, lo cual lo avergonzaba.

Cuando estuvo listo todo, fueron al gran salón de la casa.

Para Taehyun, todo el lugar se le hacía fascinante, se veía como aquellas casas antiguas y con miles de historias. Era grande y con un olor indescriptible que te dice "Bienvenido a tu hogar". Se imaginaba a Beomgyu de pequeño jugando y corriendo por el amplio espacio, lo cual lo hizo sonreír.

—¿Y qué te parece Daegu? Supongo es más tranquilo que Seúl.

—Pues sí, aunque tengo entendido que la parte de la ciudad es casi igual.

La señora asintió.

—Sí, pero como ves, nos tocó vivir en una zona más alejada.

—Y me encanta —Habló para sorpresa de los Choi—, no hay ruido y todas las personas se ven mucho más amables. No pensé saludar a tanta gente cuando fuimos a comprar los vegetales.

—Así es aquí —Respondió Beomgyu—. Todos nos conocemos, nunca viene gente nueva, o bien se quedan o migran a la capital.

—Como Beomgyu, se fue a Seúl a probar suerte. Gracias a Dios que consiguió trabajo con tu madre, espero que lleguen bien, ya muero por conocerla y agradecerle todo lo que ha hecho por mi hijo.

—No hay de qué, Beomgyu es fantástico.

Taehyun cogió su mano y le dio una palmada suave, asegurando que su novio se sienta incluido.

—Cuando me contó que tenía novio, estuve asustada y su padre tuvo que calmarme con un té —Contó la señora.

—¿Por qué? —Preguntó confundido, pero con cierta curiosidad.

—Mamá... —Advirtió.

—Porque Beom suele ser muy inocente a veces, y que esté con un chico de la capital, tenía miedo que fuera alguien que se aproveche... Pero luego me contó cómo eras, de dónde te conoció y que todavía sigues en la escuela. Aquí todos lo fastidiamos con que es un roba cunas.

Taehyun no evitó sus orejas rojas y sonrió amplio.

—Nos llevamos un año, no es justo que digan eso —Intentó defenderse el Choi menor.

—¿Por qué no? Es cierto.

Beomgyu pellizcó el muslo de Taehyun por darle la razón a su madre.

Ahora no solo lidiaba con ella, sino que su propio novio se ponía de su lado. Eran dos contra uno.

 Eran dos contra uno

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070424

Babysitter ✶ ᴛᴀᴇɢʏᴜ⤴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora