Babysitter ✶ ᴛᴀᴇɢʏᴜ⤴

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Y Taehyun tenía razón, el lugar fue amado por Beomgyu a primera vista desde que los dos ingresaron y una campana en la puerta indicó su llegada.

—Debo admitir que creí que todo sería rosado o en tonos pasteles cuando dijiste soft —dijo el castaño una vez sentados—, pero me gusta que sea así. ¿Se dice tonos de blanco? O sería mejor escalas de grises, como sea, este lugar es increíble.

Mientras Beomgyu admiraba la cafetería, Taehyun lo admiraba a él.

—Te dije que va contigo, pareces el modelo de este lugar.

—No exageres, Tae.

El mundo de Taehyun se paralizó.

—Todos me llaman así, pero cuando tú lo haces me gusta. —Le guiñó.

Beomgyu intentó corregirse, pero la sonrisa del contrario lo hizo cambiar de opinión.

Basta, si seguían así, su débil corazón terminaría babeando por Taehyun antes de que su cerebro lo detenga. Sin embargo, por alguna extraña razón, ignoró sus pensamientos y se dejó llevar por la cómoda sensación de hablar con él, solo que esta no era la primera vez.

Estuvieron riendo y comentando sobre sus pasatiempos, que ninguno recordó la razón por la que vas a una cafetería: para consumir.
Así que una trabajadora se acercó y les pidió que ordenaran algo.

—Escoge tú primero —Taehyun le mostró el pequeño tablero donde estaba el QR con las opciones.

—A-ah —Fue lo único que dijo luego de escanear y ver los precios.

Se quería deslizar por la silla y que el piso lo trague.

—¿No te gusta nada de la carta? Te ves asustado...

—No, no, solo estoy buscando si tienen agua o alguna galleta —Siguió bajando en la página.

—Pero eso puedes comprarlo en una tienda, si quieres ayuda, te recomiendo de esos sándwiches con fruta y crema.

—Sí, pero-

—¿No te gustan? —Una débil señal de decepción se notó en la expresión del menor.

—¡Sí! —Se apresuró en contestar, no quería hacerle sentir mal, como si el lugar no le agradara cuando es todo lo contrario.

—Entonces yo ordenaré —Escaneó el QR y comenzó a seleccionar los pedidos—, ¿está bien este?

—Espera, ¿ese no es el que está 8000 wones? —preguntó leyendo los precios.

—Umm, déjame ver... sip, ese mismo.

No es que él no pueda pagar esa cantidad, pero con eso mismo podía comer tres días a base de golosinas.

—Yo...

Taehyun no era tonto y se dio cuenta de la preocupación de Beomgyu por el dinero.

—El que invita, paga, ¿no?

El castaño entendió de inmediato y soltó una risa nerviosa, no sabía si era de alivio o vergüenza, solo sabía que sus mejillas ardían.

—Te devolveré lo que consuma.

—Beomgyu —Le llamó la atención—, deja de lado ese tema y deja que te invite a comer, no le veo lo malo —. Si el mayor volvía a negarse se molestaría.

—¿Siempre eres así de bueno con tus amigos?

Los dientes de Taehyun se juntaron, pero ahora por cierta palabra. O sea, sí estaban empezando por ser amigos, pero sus intenciones no eran de amistad... Simplemente no.