Babysitter ✶ ᴛᴀᴇɢʏᴜ⤴

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—Tengo muchas dudas y pocas respuestas.

—Hyung, vete, Taehyun vendrá en cualquier momento y no quiero que te vea aquí.

Yeonjun siguió ofendiéndose.

—Eres como mi hermanito, debo conocer a ese tal Taehyun. ¿Por qué me entero recién ahora?

—Por esto mismo, reaccionas de una mala manera.

El castaño había llegado al parque donde quedó con Kang algo temprano, así que se sentó en el pasto porque las bancas estaban ocupadas. Se llevó un susto cuando Yeonjun le mandó una foto de él de espaldas, giró y lo vio acercándose.

El mayor lo llenó de preguntas y, como no sabía mentir, terminó diciendo que esperaba a un chico.

—Yo te presenté a Soobin, merezco conocer a tu cita.

—Me da miedo que lo espantes.

—Estoy bastante indignado, Choi Beomgyu, me iré porque tengo que presentarme en un trabajo, pero si regreso y te veo con el tal Taehyun, vendré a saludar.

—Bye, hyung~ —Lo despidió con sarcasmo.

Yeonjun se fue y ya podía respirar tranquilo. La razón por la que no quería que Taehyun lo vea va más porque Yeonjun podría decirle alguna cosa que incomode al menor, pues se caracteriza por no tener filtro.

—¿Demore mucho?

Apareció el chico en el que estaba pensando.

—No —Sonrió en automático.

Taehyun se sentó a su lado, sin importarle ensuciar su pantalón.

—Hubiera llegado más temprano, pero mi madre se quedó pensando en dónde hacer la fiesta de Haerin. Luego, fuimos al supermercado y de ahí traje todo esto.

Le mostró las bolsas.

—¿Por qué compraste tanto? —Abrió los ojos.

—Son para que los lleves a tu departamento, no me parece justo que vivas de ramen y manzanas.

Como costumbre cuando está nervioso, Beomgyu comenzó a pellizcar sus manos.

—No... No era necesario, Tae, son cosas que debo comprarlas, no tú.

—Pero no lo haces —Sacó su celular—, mira, mamá me tomó una foto.

Beomgyu sonrió, pero seguía con la vergüenza encima.

—Me estoy sintiendo fatal, no pienses que soy irresponsable por no comprar más alimentos...

—Tendrás tus razones, Beom, y mientras pueda apoyarte, lo haré. Eso sí, el helado es para ahora, pedí dos cucharas.

—Gracias —Susurró y recibió el cubierto.

En realidad, quería abrazarlo y agradecerle porque no compraba más comida por pagar la deuda del alquiler, sus gastos personales y enviarle dinero a su familia en Daegu. Él no había ido a Seúl por capricho como sus amigos, lo hizo para apoyar a sus seres queridos y buscar un mejor futuro.