Bellereme, ex jefa de policía y alfa dominante, una mujer de temer para muchos por la fuerza que poseía para doblegar a casi todos los que la rodeaban, en esos instantes veía con suma atención a la chica de cabellos rosados que su pequeña hija omega había llevado a su casa.
Expulsó el humo del cigarro que estaba fumando mientras movía una de sus piernas a la espera de que Nami explicara quien era la alfa y por que estaba ahí.
La pelinaranja suspiro fuertemente antes de comenzar a explicar lo que estaba sucediendo.
- ¿Recuerdas esa ocasión en que Nojiko te hizo una broma diciéndote que te tenía un regalo por el día de las madres y te dio una prueba de embarazo positiva falsa diciéndote que serías abuela? - recordó la omega con una sonrisa nerviosa.
- Si, casi voy tras el alfa que en ese entonces era su pareja, pero eso que tiene que ver con que ella esté aquí - señaló la mujer de cabellos rojizos hacia Reiju.
- Felicidades Bellemere, serás abuela - expresó de manera rápida y nerviosa la menor.
- ¿!Eh!? - fue la respuesta de la alfa antes de tomar un tenedor que había sobre la mesa y lanzarse contra la mujer pelirosada.
En ese momento, Vinsmoke Reiju vio pasar su vida frente a sus ojos, recordando también el como Nami había reaccionado de la misma forma cuando le contó sobre esa noche en la casa de los Charlotte y esta la amenazó solo que con una cuchara.
La omega inmediatamente intentó separar a su madre de la joven alfa, pero olvido que la fuerza de la alfa mayor era superior a la de muchos, así que después de un intento fallido de separarla pacíficamente, libero feromonas con su característico olor a mandarina, debilitando de eso modo por unos segundos a la mayor y logrando finalmente que se quitara de encima de Reiju.
Nami permitió que pasará un tiempo antes de volver a retomar el tema con Bellemere, esto no estaba saliendo como ella esperaba.
La mujer tomó bastantes minutos antes de mirar a su hija esperando una explicación respecto a lo que acababa de decir.
- Hace unas semanas Sanji nos invito a una fiesta en casa de Pudding, se supone que sería algo tranquilo pero las cosas cambiaron de rumbo de un momento a otro y yo... yo terminé acostandome con Reiju - extenuo la menor.
- ¿Qué has decidido hacer?, porque eso de que seré abuela aún no me la termino creo, ¿realmente lo tendrás o no? - cuestionó Bell con una cara interrogante.
- Ya lo he decidido - empezó a decir la omega - después de hablar con Reiju al igual que con Nojiko y tomarme mi tiempo a solas para pensarlo, llegué a la conclusión de que lo tendré - exclamo Nami.
- Si eso es así, significa que has pensando en todos los posibles escenarios que podrían desarrollarse a partir de este momento, te amo Nami, eres mi amada hija pero tienes que afrontar este episodio con la persona que también se involucro en esta situación - dijo la mujer mientras veía a la pelirosada - así que tendrás que vivir con ella hasta que ese cachorro o cachorra nazca - dictaminó la alfa tomando un cigarro y encendiendolo mientras veía a su pequeña.
La joven de cabellos naranjas soporto las lágrimas que querían abandonar sus ojos, de todo lo que hubiera esperado jamás vio venir que su madre la echará de casa.
Pero como si la mujer adulta hubiese leído los pensamientos de su hija, nuevamente habló.
- Esto no significa que te esté echando de casa - explicó mientras expulsaba un poco de humo - solo que yo no planeo ser la persona que tenga que aguantar tus cambios de humor, el aumento de hormonas ni antojos de madrugada, sea aquí o sea en el lugar donde ella vive, ambas tendrán que vivir la experiencia entre ustedes y que mejor idea que el hecho de que vivan juntas.
Ninguna de las dos chicas dijo palabra alguna, lo que había dicho la mujer alfa era cierto, nadie más que solo ellas dos tendrían que vivir ese proceso, entonces olvidando la presencia de la mujer, ambas empezaron a discutir sobre donde deberían quedarse.
- Este lugar es mejor que vivir con tus hermanos - dijo Nami fastidiada.
- Oye, yo soy pésima para la cocina, si vivimos con Zeff, perfectamente puedo despertarlo a él o a Sanji para que hagan cualquier antojo que llegarás a tener - declaró con determinación Reiju.
- Pero no es como si fuera a tener antojos durante todo el embarazo.
- Uno nunca sabe, mi madre tuvo antojos durante casi todo su embarazo.
- Bueno, ella estaba esperando cuatrillizos, así que supongo que era normal - intento contradecir la menor.
Al escuchar tales palabras, Bellmere decidió intervenir un poco, así que existía la posibilidad de un embarazo múltiple.
- ¿Por qué no mencionaste antes que la madre de ella tuvo un embarazo múltiple?.
- No creí que fuese necesario o relevante - contestó la pelinaranja.
- Vaya que si es relevante.
La menor solo levantó una ceja en modo de interrogante, no entendía hasta el momento que importancia tenía esa información hasta que algo en su mente unió hechos provocando que soltara un pequeño grito.
- Tú, maldita alfa idiota - insulto la omega.
- ¿Hasta ahora caes en cuenta? - preguntó la alfa menor del lugar.
Después de una pequeña riña donde Nami insulto en todos los idiomas posibles a Reiju, así como la intervención de la madre alfa de la menor en múltiples ocasiones donde pequeños objetos eran lanzados a la alfa, el par de chicas decidió vivir en la residencia de Kuroashi Zeff.
Nami subió a su habitación a hacer sus maletas, ya verían en el camino como le dirían al viejo beta que ella estaría viviendo en su casa de manera temporal.
Una vez Reiju quedo a solas con Bellmere, la mayor entre ellas soltó una sencilla oración que dejó temblando a la pelirosada.
La omega bajo tiempo después para pedirle ayuda a la alfa menor que le ayudase a bajar sus cosas, mientras tanto la alfa pelirroja llamó un taxi para que las llévase a su destino.
Cuando ambas cruzaron la puerta de aquella casa y estuvieron fuera, la mujer mayor les sonrió únicamente mientras las despedía, así fue como esa nueva experiencia en la vida de esas dos chicas dio inicio.
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Resultado de las hormonas.
Fiksi PenggemarNunca debieron aceptar aquella invitación a casa de la familia Charlotte. Seis omegas, seis alfas, y seis futuros pequeños en camino. Copas, habitaciones, aromas combinados, todo terminó en una noche desastrosa donde terminaron acostándose con perso...