Las sonrisas vuelan en el aire, fingidas casi tan reales, actores profesionales haciendo un acto de gran merecido reconocimiento.
Las miradas fijas en los temas del momento, perdiendo el foco total, dirigiéndose hacia el interior de uno mismo, ojos enfocados, pero ciegos.
Las palabras no cesan, millones de ellas van y vienen, vacías, sin ninguna coherencia, sin algún sentido, solo están ahí, yendo y viniendo como esperando el momento de realmente decir algo.
Las horas pasan, aún sintiendo que se detienen cada diez segundos, pausa y vuelve a empezar.
Tan triste, tan irreal, tan hueco, vacío, sin importancia, sin valor, sin querer.
Solo por inercia o por simple obligación.
~SG~