Intenté llorar para sacar todas las cosas horribles que tenía guardadas dentro de mí, pero simplemente me quedé viendo al techo de mí habitación y no corrió ni una sola lágrima.
No entendía por qué, enserio me sentía muy mal y tenía muchas ganas de llorar, no entendía por qué no lograba hacerlo.
Y fue ahí cuando entendí que lo había perdido todo, incluyendo mis lágrimas.
Había tocado fondo, no tenía ganas de hacer absolutamente nada, me sentía vacía, me sentía sola, me sentía tan frustrada y acabada que creí que lo mejor que me podía pasar en ese momento era desaparecer por completo.
Pasaba los días, los meses, los años viendo la vida pasar, viendo a todos avanzar y ahí estaba yo, viviendo de los demonios de mi pasado, ahí estaba llena de odio, llena de rencor, invadida por la desesperanza y la tristeza.
Mi alma se destruía un poco más con cada día que pasaba y seguía allí vacía, sin saber a dónde ir o qué hacer. Me hacían preguntas -¿estás bien? ¿pasa algo?- pero yo solo fingia, me había hecho un escudo, había creado un personaje, una máscara que se veía bien, con ganas y feliz.
Aunque la realidad era otra, pero por alguna razón no quería o no podía dejar que me vieran tal y como me sentía, así que seguí fingiendo por un tiempo, hasta que ya no puede seguir, ya no podía seguir viviendo de esa manera y no fue necesario que pasará algo tan grave para que yo explotará y comenzará a hacer y a decir cosas sin sentido, lo único que quería en ese momento era lastimar a quienes me rodeaban, quería destruir todo, quería acabar con todo y todos.
Todo lo malo que había acumulado por tantos años salió de una manera tan extraña que ni yo podía o sabía cómo reaccionar ante eso, había perdido por completo el control de mí.
Fue ahí cuando me di cuenta de que lo mejor de tocar fondo, estando sola o acompañada era que no podía hacer más que de a poco ir levantándome, de a poco empezar de nuevo y lograr cumplir algún sueño o meta. Pero cuándo miré hacía atrás no había nada, no había nadie y tuve que crear un nuevo sueño, algo que me motivara a seguir.
Admito que no fue y que no es fácil, pero intento seguir adelante, intento salir a flote.
No sé exactamente lo que voy a hacer, pero de una cosa estoy segura y es de que sea lo que sea, voy a intentar y voy a lograr volver.
Volver a sonreír, pero está vez sin fingir, quiero sonreír porque lo siento, porque genuinamente salga de mí hacerlo. Quiro poder ser realmente feliz. Quiero realmente volver a ser la que fui al iniciar todo esto. Quiero volver a ser yo misma, la piba que se vestía con diez colores diferentes y sonreía por todo, la que creía en cuentos de hadas y esperaba lo mejor de las personas, la que amaba sin importar nada, la que perdonaba sólo por mantener a salvo su alma, la que daba sin pedir nada a cambió, la que siempre fui y la que no tendría que haber dejado de ser.
Y aunque la vida y las personas me jugaron en contra, aunque por causa de eso me perdí a mí misma, va a ser por mí misma también que voy a volver.
Voy a volver y voy a ser feliz, sin importar quién esté o quiera quedarse a mi lado, porque no pienso hacer nada por nadie más que por mí misma.
Suena muy egoísta, pero de vez en cuando suele ser un poco necesario serlo...
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