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— QUERIDO REM —
Querido Mai...
Estás vacaciones han sido difíciles por el simple hecho de no verte, extraño tus bellos ojos grises y esa sonrisa que me dedicas todos los días.
Mi bella Mai, ansío tanto el regreso a Hogwarts solo para estar junto a ti.
Espero y podamos vernos algún día, recuerda que debes ser discreta respecto a nosotros.
Te amo, bella.
Maia sonreía cuando termino de leer la carta que le había enviado Remus. Durante las vacaciones solamente se carteaban para no levantar sospechas y solo eran pergaminos breves. Algo rápido de leer y fácil de esconder.
Maia suspiro y colocó un pergamino frente a ella, le escribiría una carta a Remus.
Querido Rem...
Ansío el verte de nuevo, tengo tanta inquietud acumulada en el cuerpo que soy capaz de ir hasta donde te encuentras, realmente no me interesa que sea el hogar de los Potter.
No olvidó la discreción, espero y tú igual la tengas.
Te amo, guapo.
La Black sonrió después de leer la carta y decidió enviarla de una vez, nunca es suficiente las cartas que se envían.
•
Con un vestido color negro de manga larga con pequeños detalles color plata, Maia Black se encontraba en el gran salón de Grimmauld Place. Ese día había reunión de sangre puras (mortifagos), ese día regresaba un buen miembro desde Bulgaria.
Al parecer, ese hombre se había enterado de como Voldemort iba en ascenso y no dudo en venir hacia Inglaterra.
De un momento a otro, las puertas fueron abiertas por elfos y por ahí entraron dos personas a los que Maia identifico rápidamente, se trataba de los señores William y Joyce Travers.
Evan y Maia se vieron entre si, sabían que por ahí debía andar Julia, pero no podían simplemente marcharse debido a que dentro de poco aparecería...
— Es un honor recibirlos aquí está noche — Hablo Lord Voldemort quién apareció de repente. — Señores, William y Joyce se han unido nuevamente a nosotros.
Todos parecían emocionados por la noticia, parecía que el tenerlos nuevamente era la mejor opción y Voldemort los veía como si fueran sus mejores adquisiciones.
Ambos tenían ya la marca y no se perdió el tiempo en la iniciación, Evan y Maia anhelaban salir de ahí y cuando Voldemort les ordenó que se reunieran con el resto de adolescentes no pudieron evitar salir casi corriendo de aquella habitación.
Cuando entraron al lugar dónde se encontraban los menores sonrieron, divisaron una cabellera rubia y se dirigieron hacia ahí.
La chica volteo y sonrió al verlos a ambos, se abrazaron mientras la mayoría no les quitaba los ojos de encima.
— Julia — Maia dijo mientras la tomaba del rostro — Que alegría verte...
— Y más cuando te enteres donde estudiara — Brook la interrumpió emocionada.
— ¿En Hogwarts? — Evan preguntó y cuando Julia asintió todos comenzaron a chillar emocionados.
Parecían adolescentes normales, parecía que por un momento olvidaron la guerra, por un momento olvidaron que debían estar marcados y por un momento, solo por un momento.
Ya que Bellatrix irrumpió en el lugar con una sonrisa en el rostro, Maia presintió que algo malo sucedería.
— Vengan — Dijo la mujer hacia el grupo de seis, todos viéndose entre si comenzaron a avanzar siguiendo a la mujer.
Entraron en la misma habitación donde presentaron a los Travers y Maia al ver a todos supo que algo sucedería, pasaría lo que tanto temia y ella no estaba preparada.
— ¿No es suficiente conmigo? — Preguntó la chica hacia Walburga que solo sonreía. — ¿Por qué atar a Regulus de esa forma?
— Te callas Maia, o juro que si sigues voy a matarlo — Maia se quedó escéptica, sabía que no se refería a Regulus y solo se mantuvo en silencio.
Regreso con Evan y tuvo que observar como Lord Voldemort marcaba a cuatro adolescentes, tuvo que soportar ver las muecas de dolor y las ganas que contenían de soltar un quejido.
Todo porque ella no era lo suficientemente valiente para intervenir.
