0. Inicios.

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"Say yes to me"

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Tartaglia era bien conocido por ser el capitán del equipo de atletismo de aquella universidad. Un tipo alto, cabello anaranjado, un arete con cristal rojo y un cuerpo delgado pero bien trabajado: El tipo ideal de las chicas que intentaban ligarselo. Claro que nada funcionaba puesto a que siempre decía lo mismo "Lo lamento, no me interesan las mujeres".

Y después terminaban llamándolo "Un desperdicio de hombre".

Claro que otros simplemente creían que era una tonta excusa que siempre funcionaba, pues no parecía mostrar ninguna actitud gay, no hasta que el alumno transferido desde la Academia de Sumeru había llegado a la Universidad Central de Inazuma, un tipo bastante coqueto si había que ser honestos.

- ¿Y bien? ¿Qué opinas? - Tartaglia tenía los pies sobre uno de los escritorios, con un jugo de uva entre sus brazos.

- Opino que eres un completo idiota, ¿Qué te hace pensar que 'ese' va a caer a tus pies? Dudo mucho que le gusten los hombres - Yoimiya comía tranquilamente del sushi que su padre le había preparado - Aunque no pierdes nada intentando...

- Deja de darle ideas Yoimiya, la última vez que se enamoró de un hombre salió mal, ¿Te lo recuerdo? Y eso fue hace 3 años - Heizou parecía ser el más cuerdo de los tres.

- Ni me recuerdes eso, ugh, de todas formas es lindo, tiene bonito rostro quiero admitir - Yoimiya suspiró, soportar al Tartaglia de aquella época no había sido tan sencillo como quisiese, ni siquiera lo era un poco.

Ambos chicos asintieron mientras terminaban su almuerzo, Tartaglia solo observaba al chico que comía en una equina del salón, en una inmensa soledad que el habría odiado. Se puso de pie, acercándose hasta donde el más bajo se encontraba.

- Hey, ¿Todo bien? ¿Por qué estas solo? - se sentó a su lado, en el piso, sin tan siquiera preguntar si podía o no - Tartaglia, ¿Y tu?

Scaramouche estaba dudando si realmente le hablaba a él, terminó de confirmarlo al ver como simplemente tomaba asiendo a lado suyo. Nervioso terminó respondiendo, tratando de que no notará el hecho de que no era bueno socializando o interactuando.

- Scaramouche.... Mi nombre es Scaramouche... Simplemente no tengo con quien almorzar, eso es todo... - respondió regresando su mirada al "Bento" que su querida madrastra le había preparado la noche anterior.

- Bueno, entonces yo te haré compañía - sonrió, mientras tomaba del jugo de uva que llevaba consigo - ¿Uh? ¿Qué es eso? - señaló una de las porciones, era un platillo que desconocía.

- ¿Eh? Ah, son Flores de Loto... Aunque en un estilo diferente al de Inazuma... - simplemente observó la comida, a veces Nahida preparaba cosas algo extravagantes, pero siempre con un buen sabor.

- Puedo notarlo, lo habría reconocido si hubiera sido de Liyue pero supongo que es algo típico de Sumeru, ¿No es así?

- Si, estoy acostumbrado a las comidas de aquel lugar...

Scaramouche se sentía invadido, Tartaglia era como un Pastor Belga, hiperactivo en todos los ámbitos, muy hablador y conocedor también, le sorprendía que supiera cosas incluso de Liyue o Snezhnaya, él los había visitado alguna vez pero no había tenido tiempo de investigar sobre la cultura de aquellos lugares tan remotos.

Sólo se encargó de responder a sus preguntas, el escuchaba y respondía, mientras Tartaglia hablaba de cualquier cosa y cambiaba el tema cada que la oportunidad se le presentaba, incluso para él de cabello azul le fue cansado seguiré el ritmo, ¿Como podían otros soportar tanta hiperactividad de su parte? Literalmente ahora podía relacionarlo con su perro y la excesiva energía que ambos poseían según veía.

El resto de la semana siempre fue así, los días pasaban, las semanas terminaban, y no había día en que no se acercara a él, empezaba a ser algo agotador debía admitir, y todo empeoraba, pues recientemente el tipo alto había confesado que se encontraba interesado en él de forma romántica, a Tartaglia le gustaba Scaramouche.

Scaramouche no estaba seguro de poder con ello, así que empezó a rechazar todo de él, bueno, ¿tal vez no todo?

Siete días. Siete noches [ Tartaglia x Scaramouche ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora