Capítulo 15: Resacón en Soigan

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Soigan, Capital de Mietvan del sur, apartamento de Hoa Vân, 5 de julio de 1970

Me levanté de la cama mientras ella aún dormía y miré por la ventana, mientras me tomaba un café. La ventana daba a un callejón, donde, al lado de la basura, pude distinguir a un par de soldados de la 101ª durmiendo la mona.

La celebración del 4 de julio en la base se nos fue de las manos. Por toda la ciudad se podía encontrar a soldados vomitando o durmiendo en cualquier esquina. Los que no estábamos de servicio nos desmadramos y algunos acabaron muy mal.

Sonó el teléfono. Me apresuré a contestar, cogiendo mi bata, colgada de la puerta, para taparme un poco.

-¿Diga?

-¿Erika? -La voz de Charlotte sonó desde el otro lado del teléfono -¡Gracias a dios! Oye, ¿puedes venir a buscarme? Estoy en la calle Lei Lo. En el número 133. Te llamo desde una cabina.

-Voy para allá.

-Mil gracias -Suspiró ella, con alivio.

Le di un beso a Hoa, me despedí, me vestí, cogí las llaves del coche, prestado por cortesía de la recién ascendida Coronel Degurechaff, y bajé las escaleras del edificio.

Al llegar a la cabina desde la que me llamó Charlotte, donde la encontré con el uniforme mal puesto y manchado de dios sabe qué. Su pelo castaño rojizo estaba despeinado y aunque parecía nerviosa, se le notaban las ojeras.

Me paré al lado suyo.

-Sube.

-Gracias -Dijo, mientras subía.

-¿Que coño haces en esta zona? Nos han dicho mil veces que nos alejemos de aquí. -Dije, poniendo en marcha el coche.

-No me acuerdo de nada. Lo último que recuerdo es estar en un casino junto a tí y Hoa y luego despertar desnuda con un tío al lado al que creo que me tiré.

-Te dije que no bebieras absenta

-No bebí ab... Oh mierda... bebí, ¿verdad?

-Y mucho. Hoa se sorprendió de que no entraras en coma etílico.

-¿Tú te acuerdas de algo?

-Bueno, tiramos cohetes en la base, volamos dibujando los colores de la bandera nacional por toda la ciudad, luego fuimos con Hoa a un casino, de ahí a un bar, te pusiste de absenta hasta el culo, ligaste con un tío, te lo tiraste en el baño, bebiste más absenta y luego te fuiste con otro.

-¡Nuevo récord! dos tíos en una noche.

-¿Y aquella vez que hiciste un trío?

-No cuenta, fue a la vez.

-De verdad que espero que nunca te quedes embarazada.

-Nah, con magia mato el esperma.

-Vamos que haces mini masacres cada vez que follas

Un trozo del viaje nos lo pasamos contando todas las veces que Charlotte había tenido relaciones sexuales... Y perdimos la cuenta. Literalmente.

-Oye -Dijo Charlotte -Nunca me has dicho quienes eran tus madres. Siempre hablas de ellas y de Manfred pero no sé quienes son.

-Bueno, una de ellas es una granjera del sur de la costa este, con el pelo castaño oscuro y los ojos azules, no tiene una vida muy emocionante. La otra si que la conoces, es una inmigrante de la República Federal, veterana de la guerra mundial y a la que el gobierno le dio una oportunidad de limpiar su historial y obtener un perdón presidencial.

-¿Que la conozco? Yo no conozco a ningún inmigrante del antiguo imperio. Bueno solo conozco a... Espera. No. No te creo. No. Imposible -Yo iba diciendo que si con la cabeza mientras me aguantaba la risa -¡¿La Coronel Degurechaff es tu madre?!

-Si. Mia y de Manfred. Ha sido mi madre toda la vida.

-Tengo muchas preguntas y una resaca de caballo. No estoy para pensar ahora mismo.

-Cuando lleguemos al apartamento de Hoa dúchate y te lavo el uniforme, que tienes manchas que ni yo se de que son

-Sí señora -Contestó ella, haciendo un saludo militar.

La hija de ArgentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora