La hija de Argent

Capítulo 16: Un visitante inesperado

Algún punto de la selva a 2km del frente, territorio de Mietvan del Sur, 10 de enero de 1971.

A Charlotte y a mí nos reasignaron a un nuevo batallón, concretamente a la 88ª división de magos de combate, sin embargo, no nos movimos de la base, ya que trasladaron a la 88 a Soigan.

-¿Y tus madres conocen ya a Hoa?

Aquel día nos tocaba vigilancia de la zona, por lo que Charlotte y yo estábamos solas.

-No, Tanya no dejaría de chincharme y a Lily le faltaría tiempo para comprarse un billete y venirse aquí con Johan.

-¿Y tu hermano?

-A él si que le conté que tenía pareja, pero le dejé muy claro que como se lo dijera a Lily no comería más que papilla durante una semana.

-¿Cuántos años tiene Johan?

-17

-Entonces no se va a alistar

-Ni aunque quisiera. En las pruebas de aptitud mágica no aprobó. El doctor dijo que era bastante raro que el hijo de una maga tan hábil y el hermano de otra con tanto potencial no tenga control sobre la magia

-Puede unirse a la infantería de todas formas

-No creo que lo haga. A Lily casi le da un infarto cuando me llamaron a filas.

Al regresar a la base, vimos desde el aire un convoy militar con banderas de la república federal acercándose a la base. Nada más aterrizar, Tanya nos estaba esperando en el suelo.

-Hemos visto un convoy de la república federal viniendo hacia la base.

-Lo sé -Contestó Tanya -Tengo una reunión con un oficial de la República Federal. Un viejo conocido.

-De la guerra?

-Erich Rerugen, un superior mio. Hace años que no lo veo.

La comitiva llegó varios minutos después. El general de brigada Rerugen era un hombre alto, canoso y de facciones afiladas. escondía sus ojos tras unas gafas de montura metálica y vestía su uniforme como dictaba el reglamento federal. Pese a que eran viejos conocidos, la tensión se notaba en el ambiente, como si ambos midieran sus movimientos más de lo necesario. Tras los honores y protocolos, ambos entraron al despacho y se encerraron varias horas allá.

Tras irse el general, llegaron nuevos pilotos de la fuerza aérea, recién graduados. De los camiones bajaron muchos novatos, por lo que fui directa a los barracones. Mientras me quitaba la guerrera apareció Charlotte corriendo

-¡TIA!

-¿Qué? -Contesté, con fastidio, mientras me desvestía -Dilo rápido, esta tarde tengo una cita con Hoa.

-No me importa tu novia. Hay un piloto. De los nuevos.

-¿Que le pasa?

-Que está para mojar pan. Es alto, rubio, con los ojos azules. -Suspiró- Parece un príncipe azul. Me lo voy a ligar.

-¿Para qué?¿Para abandonarlo a la hora?¿Para romperle el corazón?

-¿El corazón? No amiga a ese le voy a romper las caderas. Me pienso casar con él. va a ser el padre de mis hijos y quien empuje mi silla de ruedas hasta el dia que yo me muera.

Le miré con cara atónita. Era la primera vez que le brillaban los ojos hablando de un chico.

-Vamos a verlo. -Dije.

Acto seguido me abroche el uniforme y fuimos a ver a los novatos. De camino, le pregunté si sabía como se llamaba. Ella lo negó, pero se interesó en el "futuro apellido de sus hijos".

Les habían dado un rato libre para que conocieran la base, y desde una esquina del almacén de piezas observamos al chaval.

-Que curioso... Se llama...

-No me jodas -Corté a Charlotte y me dirigí caminando hacia el recluta.

Él me vio y al ver mi cara de furia pasó de alegría a miedo. Pese a que era joven, era más alto que yo, por lo que le solté un derechazo apuntando directamente a sus pelotas. Cayó al suelo, abatido, mientras gemía.

-Me alegra ver que sigues en forma, hermanita -Soltó Johan, mientras se quejaba desde el suelo.

Se formó un corrillo alrededor nuestro. Yo me agaché frente a él

-¿Desde cuando mientes sobre tu edad, renacuajo malcriado?

Le cogí de la oreja y lo arrastré hasta el despacho de Tanya, donde lo solté en el suelo

-Por el bigote de Zettour, Johan ¿Que estás haciendo aquí? -Tanya se levantó, sorprendida.

-Venía con los pilotos novatos -Respondí yo.

-Hola mamá -Dijo él, levantándose -Me alegro de veros.

-Huelga decir que yo no -Escupí mis palabras con desprecio, mientras me cruzaba de brazos a su lado.

No me malinterpretéis, quiero a mi hermano, pero él tenía 17 años y se había alistado a un conflicto armado en activo. Estaba furiosa. Y más aún cuando yo estaba ahí por mala suerte.

Al parecer se alistó mintiendo sobre su edad, y como era bastante alto, nadie dudó, por lo que se alistó en la fuerza aérea. Lily no tenía ni idea. Él le contó que había ganado una beca para estudiar en el norte, por lo que le dejó marchar sin oposición. Sin embargo, poco se podía hacer. En unos meses cumpliría los 18 y al tener formación en la fuerza aérea lo reclutarían, por lo que solo se llevó una bronca por parte de tanya y el puñetazo previo de mi parte.

Al enterarse de todo, Lily hizo las maletas y dos meses después se mudó a Soigan en contra de las quejas de Tanya.

Saliendo del despacho de Tanya, Johan se largó hacia la sección de la fuerza aérea y yo fui hacia los barracones de los magos. De camino hacia allá, me encontré con Charlotte

-Así que tu hermano

-No me saques el tema

-Creo que te has pasado

-Tiene 17 años

-Parece que tenga 17 de experiencia militar

-Como te lo intentes ligar lo único que conseguirás será tener detrás tuyo al Demonio del Rin como una espada de Damocles.

-Mejor me mantengo al margen

-Mejor