Capítulo 4: El renacer del Demonio

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Estados unificados, 3 de diciembre de 1955

Aquella tarde, Manfred y yo estábamos jugando. Tanya nos había cavado unas pequeñas zanjas que nos servían de trincheras durante los juegos. Durante un asalto con fusiles de madera (palos con forma peculiar) un vehículo que decía a gritos "soy del gobierno y llevo a dos soldados de paisano" se detuvo frente a la puerta de nuestra granja. Tanya nos ordenó quedarnos donde estábamos y ella fue a recibir a los soldados.

Estuvieron hablando un buen rato en la puerta, hasta que uno de los soldados sacó una carta y se la mostró a Tanya. Lily agarró a uno de los soldados por el traje, pero este se limitó a apartarse, saludar cordialmente e indicarle a su compañero que se marchaban.

Tras esto, Lily le pegó un bofetón a Tanya y entró en casa. Manfred y yo fuimos con Tanya para ver qué pasaba. Ella no lloraba, solo sonrió con gesto de resignación y por lo bajo maldijo a una tal "criatura X".

Tanya nos contó su historia. Al parecer era una huérfana nacida en la República Federal cuando ésta aún se llamaba el Imperio. Al parecer, tras ser detectada como un prodigio de la magia, se alistó en el ejército Imperial y se graduó de la escuela de oficiales a los nueve años. Sirvió como Mayor a cargo del batallón aéreo de magos 203, y, posteriormente, como Teniente Coronel y líder del Grupo de Combate Salamander. Durante la guerra, se le concedieron numerosas condecoraciones, la más destacada la Medalla de Asalto de las Alas de Plata, la condecoración más importante que otorgó el Imperio. Consiguió el estatus de as de ases, la maga con más derribos en toda la guerra, y se ganó diversos apodos: entre sus camaradas se la conocía como La Plata Blanca, y, entre sus enemigos, el apodo más destacado infundía temor en cualquier veterano que lo escuchara nombrar: El Demonio del Rin.

Al parecer, el tío Weiss y la tía Visha fueron durante esta época sus dos subordinados de mayor confianza y quien a día de hoy considera sus mejores amigos. Tras la derrota Imperial, Tanya se mudó a los Estados Unificados bajo un nombre falso, donde se casó con Lily. Al parecer, Tanya había estado bajo investigación tras nuestra visita al médico, cuando vieron mi capacidad para la magia, ya que el agente que me explicó cómo funcionaba la magia la reconoció y dio la voz de alarma.

Una vez identificada, a Tanya se le dieron dos opciones: deportarla o servir en el ejército con su nombre real a cambio de amnistía, un perdón oficial y cambiar todos los papeles oficiales. Es decir, dejaría de ser Tanya Kasserine Mitchel para volver a ser Tanya Argent von Degurechaff. Al parecer, tras haber sufrido diversas dificultades en una guerra reciente contra un aliado de la Federación Russy, los Estados Unificados buscó una manera de superar a su principal rival, y vieron la manera en la soldado más temida de toda la guerra, el Demonio del Rin.

Tanya pensó que si regresaba a la República Federal se convertiría en una figura pública, por lo que optó por alistarse en el ejército con su nombre real y pasar relativamente desapercibida.

Tanya se marchó el 7 de diciembre a alistarse en la academia militar. Debido a su experiencia previa ascendió rápidamente, alcanzando en un año el rango de teniente primera. Tanya venía regularmente a casa, dado su rango. Una vez le pregunté si le gustaba su trabajo, a lo que contestó que sus soldados la respetaban y la temían, aunque sus subordinados más directos la consideraban una gran oficial y admiraban lo que consiguió en el Imperio a tan corta edad.

De esta manera, Tanya Kasserine Mitchell murió, y en su lugar, como un fénix que resurge de sus cenizas, renació Tanya Argent von Degruechaff, el Demonio del Rin.

La hija de ArgentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora