╔═══════════════╗
Una mujer las trajo al mundo
╚═══════════════╝
Giyuu por lo general se considera un individuo débil. Es algo más allá de ser omega, pues se le crió con ideales de respeto e igualdad. Pero como persona, como cazador, suele encontrarse a sí mismo como un completo inutil. Se podría pensar que es cuestión de circunstancias, sin embargo es innegable que cuando más le importó proteger a alguien, fue incapaz de actuar significativamente.
La idea de no ser lo suficientemente fuerte lo ha atormentado durante años.
Primero fue Tsutako, luego Sabito y ahora sus hijos; su mente no deja de trabajar, repasando sus técnicas y las horas de arduo entrenamiento. Su realidad es dura, desde el principio Akiyama las tuvo todas de ganar. Eso le provocó mareos de frustración y noches de horribles pesadillas.
Sin embargo, algo ahí muy en su interior todavía intenta resaltar. A raíz de su experiencia, su fuerza, su rango. Tiene lo suficiente y más como para barrer el piso con una luna inferior; entonces es imposible ignorar que cada jornada de llevar su cuerpo a los límites dio sus resultados. El entrenamiento es recompensado.
Y si durante tanto tiempo Tomioka no ha tenido cabeza para nada que no sean sus hijos o desarrollar sus habilidades, sería realmente estúpido tratarse a si mismo con tanta crueldad.
El suelo, las paredes y el techo retumban ante el fuerte rugido de Takahashi; demonio iracundo, rasga la piedra a su alrededor con los ojos inyectados en sangre. Está furioso.
— ¡MIAS! — Se acerca dando pasos que resultan aterradores para el trío de infantes, encerrados en una jaula de roca. — ¡USTEDES SON MIS HIJAS! ¡YO SO SOY SU PADRE! ¡YO! — Ha sido constante con sus intentos por arrebatar alguna sonrisa de las gemelas, o mejor, un simple “papá”. Pero ellas no lo recuerdan, eran demasiado pequeñas cuando Giyuu se las llevó, ni siquiera tienen memoria de Tsutako y no sabrían de ella de no ser porque el pilar del agua les explico adecuadamente la historia.
Está demás decir que la situación enfurece al hombre de verdes ojos, está desesperado. Ver a las niñas resguardando al pequeño Toruk no ayuda a pacificar su corazón envenenado. Gruñe intimidante, acortando la distancia ya con un par de pasos flojos; de pronto, como si lo consumiera la tristeza. Manipulador.
— ¿Por qué me hacen gritar de esta manera? — Tora se alza abrazando fuerte a su hermana y hermano. — ¿Acaso no ven lo que tienen delante? ¿No son ya lo suficientemente inteligentes?
— Somos humanas. — Dice la gemela mayor, Toshi. Mirando con desconfianza. — Tu eres un demonio, uno que nos alejó de nuestra madre.
— ¡ÉL NO ES- ! — Se retorció ligeramente, aguantando la ira. — … él no es su madre. A ustedes dos, una mujer las trajo al mundo. ¡Mi mujer! ¡Eso me convierte en su padre!
— Nosotras tuvimos un padre. — La gemela menor, contestó temerosa pero firme en su palabra. — Usted lo mató.
Akiyama sufrió un tic. Se levantó espantando a los pequeños y se alejó a zancadas. — ¡RUUUAAAAAAGH! ¡MALDITO SEAS, OMEGA! — En su mente la imagen de Giyuu burlándose de su desgracia personal aumenta los sentimientos negativos, el odio y el rencor.
Abandonó esa sección subterránea con una sola idea en su mente. De todas formas ya lo sentía acercarse, así que el momento está cada vez más próximo. Asesinará al omega y conseguirá el amor de sus hijas, aunque sea a la fuerza.
— ¡Yuzuriha! — La demonio volteo cuando fue llamada. — Dile al niñato que se deje de jugar y baje a la entrada del bosque. Luego vigila a las niñas, yo te dire cuando traerme al bastardo.
— Claro, amor mío. — La de llamativa piel se fue moviendo las caderas.
Un suspiro abandonó el organismo del cazador de menor rango cuando se dio cuenta de que el rastro había acabado.
— ¿Qué ocurre, Tanjiro?
— Llega hasta aquí. — Todos alzaron la mirada hacia el bosque, que se extendía hacia un monte sin nombre.
— Bienvenidos. — Se alzó entonces la voz de un niño frente a ellos, demonio por supuesto. El chico tenía los ojos dorados y una piel pálida llena de marcas grises. Vestía tan solo una sucia yukata mal puesta. — Mi nombre es Kuta y soy quien guiará su camino en esta batalla.
La batalla está a la vuelta de la esquina. Mis vacaciones aún no acaban, así que hasta la otra semana~
ESTÁS LEYENDO
Momy
Fanfiction[𝕂ℕ𝕐] Fue un fiasco la fiesta a la que fue invitado, obligado, a ir; pero todo empeoraría al regresar a casa por la mañana... "Tres cachorros, tres pilares. Es el intercambio, ya verás tú qué cabezas entregar." Decía el papelito. Y al omega el mun...