Abriendo mis ojos...

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Abriendo mis ojos, conocí la felicidad.
La felicidad brilla en los rostros ajenos,
Luego, esos rostros ajenos me trajeron ternura y amor.
En el calor de unos brazos delicados,
Sentí la maravillosa sensación de despertar
Y aún saber que, siendo tan amoroso y pequeño,
Aunque se deba madurar,
El dolor es parte del proceso,
Y, por costumbre, debemos estar preparados.

Abriendo mis ojos, conocí el rencor.
El rencor es una muestra de orgullo y osadía,
Luego, el rencor revela nuestra naturaleza:
Somos lo que vemos, secamente seres despreciables.
Si el mundo ignora que para estar en guerra
Hay que estar en vigorosa vida,
Entonces, por cualquier razón,
Vemos lo que somos, por cobardes.

Abriendo mis ojos, conocí los tiempos.
Los tiempos se reflejan en ciudades enormes, pequeñas y frías,
Luego, en algunas montañas, ríos y mares,
Desiertos y oasis, magníficos lugares.
Si es cierto que aquel que no goza infinitamente de sus días
Al morir no tendrá un recuerdo que lo levante,
Entonces, vive intensamente, para evitar los fúnebres pesares.

Cómo pasa el tiempo y aquel bello rostro,
Antes pedestal de los altares,
Ha cambiado. La vida es efímera y la vida opuesta
No son dos vidas, sino una sola.
Si solo hay una vida, entonces,
Vive sin compararla, simplemente vívela.

Rebeldía Y Poemas Incomprensibles. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora