Rebeldía Y Poemas Incomprensibles.

Altruismo.

¿De quién se espera tanta bondad en medio de tanta patraña? No del osado agricultor, cuyas manos rudas acarician la tierra con la misma dureza con la que el destino le niega una cosecha justa.

No del poeta, que con cada verso desangra su alma, esperando en vano que sus palabras salven un mundo que lo ignora.

Tampoco del campesino en la hambruna, cuya mirada desesperada clama por ayuda mientras sus huertas se marchitan bajo un sol implacable.

¿Esperamos bondad del que roba y culpa al justo, alegando que la necesidad justifica su traición? ¿Del rico que abandona su hogar, no por altruismo, sino por saciar su insaciable sed de aventuras, dejando tras de sí un rastro de promesas vacías?

A ti que vienes de visita, y a mí que soy anfitrión en este teatro de hipocresía, ¿a quién hemos de buscar antes que a nosotros mismos? Porque, como decía Juana Inés, la bondad no es privilegio de unos pocos, sino deber de todos.

Aquellos que merecen benignidad, son los que trabajan hasta que sus manos sangran, los que aman con tal fervor que el tiempo mismo parece detenerse, los que susurran un "te amo" como si fuera un hechizo contra la crueldad del mundo, y los niños de carita de ángel, que aún no conocen la maldad que les espera.

Pero me vuelvo a mí mismo para disipar mis dudas, porque no puedo callar cuando la injusticia zumba en mi cabeza como un moscardón irritante.

No puedo tapar con una sola mano una luna que ilumina mi indignación, porque la mera idea de que alguien presuma de sus lujos mientras otros sufren, me ciega y me llena de rabia.

Aquellos que descansan bajo un árbol no deben mirar al sol de frente, porque el brillo de la verdad quema.

Los que pasean por el parque, ajenos a la amenaza que acecha, creen que fumar es por estrés y cansancio.
¡Tal vez, solo sean unos pendejos!

Un altruista no decide ser altruista por vocación, sino por la necesidad de ser alguien que entienda la crueldad de la vida y aun así, elija combatirla.
Porque la verdadera bondad surge no del deseo de ser bueno, sino del coraje de enfrentar la oscuridad con una chispa de humanidad.