Habemos poetas y poeta.

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En la sinfonía del tiempo, hay poetas errantes,
que danzan entre luces y sombras, buscando respuestas.
Algunos se pierden en los laberintos del exceso,
ahogando sus penas en el licor de la melancolía.

Otros, en cambio, eligen la senda del amor y la vida,
destilando el dolor en versos de esperanza y alegría.
Como alquimistas del alma, convierten el sufrimiento en elixir,
para sanar las heridas del corazón con cada palabra.

Y aquí estoy yo, entre las filas de los atormentados,
que encontraron en el dolor el amor más profundo.
Quizás buscando en la oscuridad la fuerza para seguir,
o tal vez solo consolando las cicatrices del alma.

Pero ha llegado el momento de cerrar este capítulo,
de alejar el veneno que corrompe mi ser.
Dejar atrás las sombras que oscurecen mi camino,
y abrir las puertas a una nueva aurora de luz.

Es hora de romper las cadenas de esta triste rutina,
que solo me conduce a un abismo sin final.
Dejar de ser prisionero de mis propias inseguridades,
y al fin, volar libre hacia la plenitud del ser.

Rebeldía Y Poemas Incomprensibles. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora