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El timbre sonó, el reloj marcaba las 3:30 de la tarde.

La tortura de la academia había terminado y por fin se podía retirar.

Hank suspiro, su primer día no fuera tan... Malo, con la excepción de ese chico que de vestía como un payaso el cual ahora le tenía miedo. Era muy espontáneo y si tenía la oportunidad de mantenerse alejado la tomaría.

Salió solo, bueno, no solo ya que Tobias lo acompaño. Sanford tenía taller de cocina y Nueve tuvo que retirarse temprano.

— “ ... Puede que sea de ayuda si decides aceptar. ” —

Hank recién reacciono ante la mención del apodado Doc, no estaba prestando atención a lo que estaba diciendo debido a que se centró más en los pensamientos que tenía sobre como conseguir aquello que le había pedido.

— “ Disculpa, no estaba prestando atención. ” —

Tobias suspiro, y se dedicó a hacer un resumen de lo que estaba diciendo. — “ Estaba diciendo de que podría tal vez ayudarte con ello. Si me dejas ir a tu casa. ”

¿Invitar a alguien a su casa? Eso es nuevo, quizá podría aceptar y decirle que sí, su madre de pondría feliz si dice al menos que hizo un amigo y lo dejaría pasar. Su padre posiblemente lo juzgue por sus gustos en las personas pero a este punto ya le da igual.

Total, no perdía nada. ¿Verdad?

— “ Yo creo que sí.. No hay problema. ” — bueno ahí estaba la confirmación.

Ahora que lo piensa, o más bien, RECIÉN lo piensa. Creo que cometió un error.

Esto es dejar que ALGUIEN vaya al lugar donde puede estar solo. Pero al menos no es alguien tan extrovertido como ese tal Deimos o... ¿Como se llamaba el otro? ¿Triky?

Cuando el llegó el bus, ambos se subieron dentro. El resto del camino fue escuchar el bullicio de los otros compañeros de su clase y en una de esas le tocó ser testigo de como a alguien le tiraban la maleta por la ventana.

Hank al ser alguien a quien no estaba acostumbrado a este tipo de cosas realmente lo regresó a la realidad y se sintió como si estuviera en ese salon donde es atacado con las tijeras de ese payaso.

Para su buena suerte, la tortura no fue mucha y lograron llegar hasta el paradero donde les tocaba bajar.

Caminaron unas tres cuadras sin dirigirse la palabra en ningún momento. Una vez estaba cerca de su hogar Hank pudo notar una camioneta de color negro y de su casa logró observar como su madre recién salía de su hogar. Usando unos lentes oscuros y un vestido de color blanco con un bordeado rojo. Era uno de los varios que siempre usaba en reuniones formales.

La madre de Hank observo a su hijo y se aproximo donde él. — “ Hanky! Hola mi niño, ¿Como estuvo tu primer día. ” —

— “ Mamá no soy un niño, no estoy como para que me trates como uno. ” — Se quejó, vamos a ver: Es un adolescente de ya 17 años. Definitivamente le va a molestar que lo traten así. — “ Y me fue bien... Conocí a alguien. ”

— “ Sí, lo veo claramente. ” — Dirigió su mirada al nuevo acompañante. — “ ¿Cual es tu nombre joven? ”

— “ Tobias Strode, un placer conocerla. ” — El acompañante extendió un mano en forma de saludo.

La dama la estrecho con gusto. — “ El placer también es mío, de casualidad eres hijo de uno de los científicos que trabaja para Nexus Corp.? ” —

— “ Sí señora, mis padres trabajan ahí. ” —

Hank tuvo que estar ahi parado escuchando como su parado como su madre y su compañero de clase tenian una conversación. Todo bien hasta que el carro sonó la bocina. Su madre se despidió de ambos y fue rápidamente donde el carro para irse.

• Arena gris bajo cielos rojos •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora