¿Qué clase de Blancanieves es esta?

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Los labios de Hiro palidecieron al leer las primeras líneas y, a medida que avanzó, su rostro se volvió verde. Si leer la descripción ya era incómodo, estar leyendo el primero de diez capítulos de un fanfic donde Karmi se emparejaba a sí misma con su héroe favorito, lo volvía aún peor.

Lamentablemente, no tuvo opción, Karmi insistió en que todos debían leerlo. Y aunque sus amigos aceptaron de buena gana, Hiro nunca estuvo de acuerdo. Esa semana, en el prestigioso Instituto Tecnológico de San Fransokyo, no hizo más que huir y ocultarse todos los días, rogando porque el fin de semana llegase pronto para resguardarse en el calor de su hogar. Pensó que mientras no saliera, era imposible que ella lo obligara a nada.

Por supuesto, nunca consideró la posibilidad de que el sábado en la mañana Cass amablemente le abriera la puerta.

Hiro lanzó un espantoso alarido, capaz de escucharse incluso en el país vecino, cuando, al salir de la ducha, Karmi se abalanzó sobre él y le obligó a comerse las palabras de ese fanfic.

—Es especial, quiero que todos se sientan identificados con algún personaje. Sé que suelo escribir sobre mí todo el tiempo, por eso esta vez quise hacer algo distinto, ¡tienes que leerlo! —Fue la manera en que Karmi justificó la violación de su privacidad al desbloquear su teléfono mientras se duchaba, instalar una curiosa aplicación naranja y colocar su historia.

La portada le hizo escupir una carcajada: Karmi había editado una imagen donde ella era Blancanieves y cantaba con los animalitos del bosque. Ni siquiera se molestó en usar Photoshop o alguna IA, la imagen era tan pobre y absurda que no pudo sentirse culpable incluso cuando se ahogó con su propia risa.

Hiro cayó en la más patética de las trampas al dejarse llevar por la portada chistosa, pues decidió darle una oportunidad. Después de todo, Karmi había prometido que ese fanfic no se trataría sólo sobre ella, como todo lo que hace...

¡Pero resultó que incluso apestaba como ella!

Aun así, no durmió hasta terminarlo.

- -

—De acuerdo, se supone que hablábamos de Blancanieves —comentó Hiro, tragando, junto con su saliva, toda su rabia acumulada—. ¡Pero esta mierda lo único que tiene son los detalles básicos! —Enumeró con los dedos—. Que la chica se llame Blancanieves; que huya de casa y se refugie con unos enanitos, que en realidad eran unos niños; que muerda su estúpida manzana para morir y que sea rescatada por un príncipe salido de las profundidades de mi-...

—Solo acepta que no te gustó porque de nuevo eres el interés amoroso de Karmi —respondió Gogo—. Y según tú, eso te asquea.

No era extraño que, a primera hora, tan pronto como Hiro llegó al Instituto y tuvo oportunidad de reunirse con sus amigos, no parase de criticar el fanfic de Karmi. En realidad, todos pensaban que lo extraño sería que Hiro se quejara; el chico se coronó a sí mismo como el principal hater del trabajo de su amiga.

Aunque eso a nadie le importaba. Gogo continuó:

—Sabes que le gustas y aun así le coqueteas siempre que la rescatas, ¿de verdad te sorprende?

—¡Yo no coqueteo con Karmi!

—Es cierto, sabes, todos leímos el fanfic, y si bien no es distinto a sus otras historias, es muy bueno. Fue muy original —comentó Fred, colocándose frente a Hiro—. Quizá es porque no has leído fanfics antes, pero de esto trata: no reescribes la historia original, escribes tu versión, a tu conveniencia...

—En ese caso, hubiera hecho una historia original —refutó Hiro—. ¿Quieres decir que es normal que haya cambiado a la "malvada madrastra" por un "padrastro malvado"? ¿Y que haya cambiado al cazador asesino por un cazador violador? ¡Es un trauma para mí pensar que es la fantasía de Karmi!

—¡Es un clásico! Es cierto que no fue la mejor situación, pero el sujeto se enamora sinceramente de Blancanieves y le advierte sobre el padrastro. La ayuda a ocultarse y la defiende, estuvo con ella todo el tiempo, ¿no te pareció que el cazador era mejor pareja que el mismo príncipe? —Por su parte, Fred parecía realmente conmovido por la historia—. Fue genial que no cambiara el hecho de que el verdadero villano era ese padrastro.

—Bueno, yo pienso que...

—¿Lo ves? Dejaste de estar furioso cuando Fred te ayudó a analizarlo —interrumpió Gogo, era difícil saber si lo decía con sincero apoyo o sólo se burlaba de él.

... Por supuesto, se burlaba de él.

De cualquier forma, Hiro no quiso continuar discutiendo con ellos. Si había alguien que mereciera escuchar todas sus críticas, esa sería Karmi. Y tal como ella lo acosó por una semana entera para obligarlo a leer una horrorosa historia, era el turno de Hiro de perseguirla para cuestionar todas sus incoherencias.

Podía entender que, en lugar de siete enanos, fueran seis, refiriéndose a los seis héroes de San Fransokyo; pero no podía entender por qué el enanito mudo resultó ser el príncipe disfrazado, es decir, ¡todo el tiempo fue un acosador!

Si fue escrito de esa manera para darle un enfoque romántico, dónde el príncipe siempre estuvo para ella, entonces no funcionó. Es decir, ¿dónde estuvo ese príncipe/enano tonto cuando Blancanieves mordió la manzana? Se supone que es un héroe, pero no pudo impedir algo tan estúpido.

Y, por supuesto, su mayor inconformidad se dirigía a ese "padrastro malvado". ¿De dónde había sacado Karmi una idea así?

¿Quién era él?

Cuando finalmente encontró a la autora, no paró de golpearla con preguntas.

—¡Cállate Hiro! ¿Debo enseñarte a leer también? ¡No entendiste nada! —respondió la chica con fastidio, caminando lo más rápido que podía para alejarse de Hiro.

—¡Entonces explícame! ¡Qué fue lo que no entendí!

—¡Vuelve a leerlo! ¡Tu falta de comprensión lectora no es problema mío! Ugh, por suerte no te enseñé a comentar en los párrafos, habrías echado a perder mi trabajo sólo por ser un cabeza hueca.

—¡Deja de insultarme y dime de qué se trató todo eso!

Hiro tuvo que esperar hasta después de clases para acorralar a la chica en su camino a casa, sabía que no podía tomar un camino distinto y estaba decidido a interrogarla hasta que le cerrase la puerta de su casa en la cara. Sin embargo, Karmi caminaba rápido y el tiempo se agotaba.

—Está bien, sólo respóndeme una cosa —insistió Hiro—, el padrastro, ¿Él...?

Karmi le pisó el pie y caminó aún más rápido, estaba realmente furiosa. A su parecer, había escrito algo bello y especial, dedicado a todos sus amigos; cada personaje era profundo, con un mensaje de amor con el que cualquiera podría identificarse.

Fueron diez capítulos solamente, pero en ellos guardó sus valiosas horas de sueño, su cerebro drenado, todo lo que escribió, borró y volvió a escribir, hasta quedar satisfecha. Por un año.

Sentía que Hiro estaba siendo muy cruel con ella y, para no volverse y estrellarle una bofetada que le cerrara la boca, prefirió echarse a correr hasta llegar a casa.

Karmi nunca volteó atrás, sólo dejó de escuchar la molesta voz de su amigo y se relajó por ello. Seguramente Hiro tomaría en cuenta su consejo y leería de nuevo el fanfic, o quizá sólo lo daría como un asunto perdido. Ya no tenía importancia, de todas formas.

... En fin, si Karmi hubiera regresado la vista tan sólo un poco, habría notado a todas esas personas con semblante preocupado acercarse a un círculo de gente.

Y habría notado que ese círculo de gente rodeaba a un chico que, por caminar deprisa y sin prestar atención a sus pasos, pisó una cáscara de plátano y tropezó. Su cabeza se estrelló contra el pequeño escalón de un local y quedó inconsciente al instante.

En cuestión de minutos, la cabeza de Hiro flotó sobre un pegajoso charco de sangre.

- - 

Pipipipi, esta historia ya estaba escrita y hasta terminada, pero se me ocurrió reescribirla también. Conserva la misma idea pero con narrativa diferente 

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⏰ Última actualización: Sep 29, 2023 ⏰

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