Capítulo 3

449 42 5
                                    

Después de una ducha rápida, Jaehyun se vistió para salir de cacería. Sabía que su nuevo esclavo estaría inconsciente por largo tiempo, de todos modos le dejó órdenes precisas a Doyoung para que lo atendiera mientras él estuviera fuera.

Vistiéndose con un pantalón de cuero negro, camisa de seda azul, botas altas hasta la rodilla, donde escondía una daga de buen tamaño, se preparó para salir a buscar a la alimaña que se le había estado escabullendo las últimas dos noches.

—Quiero que mantengas un ojo puesto en mi esclavo —Advirtió una vez más a Doyoung —Cuando despierte se sentirá algo desubicado y no quiero que acabe lastimándose solo.

El pelirrojo simplemente asintió, sabía que al hijo de Johnny no le gustaban mucho las palabras de más. Entregando la espada a su señor, luchó para que su mano no temblara, estaba seguro que lo que el hombre odiaba más a una persona dicharachera, que a los cobardes, y él se creía uno de esos ratones. Aún no entendía cómo Johnny lo conservaba a su servicio. Odiaba tanto tener miedo, pero era algo que no podía evitar, recordaba que aun en su vida como humano, había sido la alfombra que todos pisaban.

Jaehyun se colocó la chaqueta de cuero que le llegaba hasta la mitad de los muslos, esta servía para ocultar la espada larga y las otras armas que se ajustaban a sus costados

—¿Dónde está mi padre? —Preguntó sin prestarle mucha atención al sirviente.

—Salió al anochecer —Respondió Doyoung, agradeciendo que los ojos negros severos del vampiro más viejo no se posaran sobre él.

—Espero que haya encontrado un culo para follar —Se mofó Jaehyun sin notar el ligero respingo de Doyoung —Tal vez de ese modo deje de andar como si tuviera un palo en el culo y me deje en paz de una vez por todas.

Doyoung se mordió los labios tan fuerte que una gota de sangre mojó su lengua; no le agradaba la manera en que el hijo se refería al padre, bien era cierto que cuando se tenían cientos de años, treinta no era la gran diferencia, pero a él mismo le habría gustado tener un padre tan pendiente de su hijo como Jaehyun lo tenía.

—¿Me necesita para algo más? —Apenas se pudo contener de no gruñirle a su señor. Sorprendido de su propia reacción, se sonrojó. Una suerte que Jaehyun estuviera tan ocupado hablando con alguien por teléfono y no notara el desliz del sirviente.

—¿Estás seguro? —Discutía Jaehyun con una voz masculina en el teléfono —La última vez me enviaste a hacer un recorrido turístico por la ciudad, porque pasear fue lo único que hice —Después de escuchar lo que el tipo del otro lado de la línea replicó, agregó —: Sí, eso fue una suerte para ti, pero te juro que si me envías tras otra pista falsa… —Cortando la conversación guardo el teléfono en el bolsillo interno de la chaqueta.

—Asegúrate que el tanque de la motocicleta esté lleno —Ordenó Jaehyun a Doyoung —Voy a ir a las afueras de la ciudad. Dile a mi padre cuando llegue que no saque a mi esclavo de su habitación, me pertenece y solamente yo decido qué hacer con él.

Doyoung simplemente asintió con un leve movimiento de cabeza antes de salir del salón de armas, dirigiéndose al garaje fue a cumplir la orden del gilipollas del vampiro “exterminador”.

Jaehyun observó de reojo al vampiro más joven salir, en ocasiones casi podía ver un leve atisbo de valentía en el vampi-ratón. Centrándose en sus propios asuntos comenzó a andar hasta la salida de la mansión, era hora de ser el maldito asesino para lo que había sido creado, quizás su padre trataba de moralizar un poco las cosas para no sentirse tan sucio, pero él no se engañaba, era un exterminador, un depredador entre los de su propia especie. Su solo nombre podía hacer, que más de alguno, con probadas razones, se meara en sus pantalones.

Slave | JaeYong #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora