Capítulo 9

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—¿Te duele? —El rubio preguntó algo que era de sobra notorio. La piel del vampiro comenzaba a adquirir un color rojo, ampollas aparecían en todo lugar donde la tímida luz del sol le tocaba —No te preocupes, te llevaré a algún lugar oscuro.

Si Jaehyun hubiera sido unos siglos más joven de seguro habría levantado en llamas mucho tiempo antes, pero al parecer esta vez ser más viejo que la Estatua de la Libertad le jugó a favor.

—Después de todo —Gruñó tratando de evitar gritar de dolor —Si hay rubios idiotas.

Taeyong prácticamente arrastraba el cuerpo pesado del vampiro que apenas si podía mantenerse en pie.

—No me tientes a dejarte aquí tirado —Pico el anzuelo —Es que ni estando a punto de morirte puedes dejar de ser tan “patea huevos”.

Una risa amarga salió de la boca resquebrajada del hombre más alto.

—Jamás podrías dejarme aquí para que me achicharre —Comentó con algo de petulancia —Nadie te follaría tan bien como yo.

La luz del sol invadía su espacio de planeta demasiado rápido para el gusto del vampiro, peor aun, cuando su salvador detuvo el paso hacía una de las bodegas de carga abandonadas.

—Tengo que reconocerte eso —Estuvo de acuerdo Taeyong después de pensárselo unos segundos —A la larga quizás sea buena idea mantenerte vivo.

Acomodando a Jaehyun sobre el duro suelo, el rubio corrió a cerrar la puerta por donde entraron momentos antes. Con la idea clara de que no podrían hacer nada hasta que llegara nuevamente la noche, se recostó junto al más alto apoyando la cabeza contra el pecho sólido.

—Ven —Escuchó la voz de Jaehyun junto a su oído —Cuando llegue la noche te llevaré conmigo a la mansión.

Taeyong sabía que debería estar asustado o al menos haciendo algo tan sabio como maldecir su suerte, pero estando allí junto a su secuestrador y ahora héroe, era algo difícil. La sed no dejaba de arañarle la garganta, su cuerpo estaba helado por el agua fría, estaba acostado sobre el duro suelo y solo Dios sabía lo que podía estar merodeando en ese agujero oscuro, en ese momento se dio cuenta de qué no era del todo humano, otro en su lugar estaría en peores condiciones que él.

—Así que aquí están —La voz fuerte y clara de Johnny hizo que ambos chicos se incorporaran de inmediato aun aletargados por las horas de sueño.

—¿Padre? —Se pasó la mano por la cara tratando de ver si estaba completo.

Taeyong sentando junto a él se aferraba a los trozos de camisa chamuscados que le cubrían el pecho a su amante.

—Los dejo un momento solos y ya comenzaron la luna de miel —El vampiro mayor le habló a alguien a las espaldas de los hombres sentados sobre el suelo.

—Aquí está la sangre, señor —La inconfundible voz de Doyoung se escuchó con ese tono tímido tan suyo. Jaehyun se dio la vuelta.

—Dámela —Estiró la mano para que el vampiro pelirrojo le diera una de las bolsas, al parecer recién la habían calentado porque estaba tibia.

El rostro de Taeyong era un poema.

—No puedes beberte eso —Chilló llevándose las manos a la cara horrorizado —Es asqueroso.

La mirada de comemierda del vampiro no dejaba lugar a dudas de que disfrutaba hacer rabiar a la fierecilla rubia.

—Solo mírame —Mordiendo la bolsa con sus filosos colmillos, le demostró al más joven toda la madurez que se podía obtener cuando se coleccionaba años en lugar de cumplirlos.

Slave | JaeYong #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora