Capítulo 5

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El sonido de unos pasos ligeros bajando las escaleras puso sobre aviso a Jaehyun, tendría visitas. La oscuridad de su celda no impidió ver claramente la figura delgada y bajita de su esclavo. Al parecer Doyoung le había prestado uno de sus piyamas de algodón a Taeyong, las mangas largas y el pantalón que le llegaba a los tobillos tenían un estampado de triangulitos rosas sobre un fondo color café claro que lo hacían ver más inocente de lo que en realidad era. Jaehyun ya era viejo para dejarse engañar por esos grandes ojos negros y esa cabellera color sol. 

—¡Veo que estás bien! —Sus palabras no dejaban entrever el peso que le quitaba de encima ver al chico caminando sobre sus propios pies.

—¡No es gracias a ti! —Contestó Taeyong sin tratar de disimular lo enojado que estaba —No es que disfrute precisamente el ser arrojado contra una pared.

La luz del bombillo que colgaba del techo lastimó las sensibles pupilas del
vampiro al ser encendida.

—Veo que tu lengua sigue igual de afilada, esclavo —No pudo evitar picar, Jaehyun realmente se divertía al ver las mejillas encendidas por la cólera de lindo rubio.

—¿Qué es lo que quieres de mí? —Gritó Taeyong golpeando con su pie desnudo las losas del piso.

Esa era una gran pregunta, Jaehyun guardó silencio unos minutos, observando al pequeño humano de pie recostado contra la pared del sótano, inseguro de que responder, ya que ni él mismo conocía la respuesta a esa simple pregunta.

—¿Y tú, que quieres? —Consultó tratando de ganar tiempo.

El angelical rostro de Taeyong se crispó, al parecer no era el único que tenía sus dudas. 

—Ser libre —Habló pasados unos minutos de incómodo silencio.

Jaehyun sentado dentro de la jaula, sintió a su nosferatus retorcerse dentro de él, la libertad de ese pequeño malcriado conllevaba deshacerse de una propiedad valiosa, al menos así pensaba su parte más salvaje.

—¿De verdad quieres regresar a tu monótona vida mortal? —Tentó Jaehyun como el demonio que era —Si te quedas conmigo podrás vivir durante tanto tiempo como estemos juntos, no tendrás enfermedades, serás igual de joven que ahora, congelado en el tiempo. 

Taeyong suspiró, se sabía bonito, no era tonto ni padecía de falsa humildad para negarlo. El maldito vampiro lo había tratado como una maldita cosa, un adorno y peor, lo había utilizado, pero era honesto consigo mismo, el tipo le gustaba, algo en el hombre lo llamaba de un modo básico. 

—Quiero mi vida —Susurró Taeyong concentrado en observar sus pies desnudos —Puede que no fuera la gran cosa para un tipo arrogante como tú, pero es mía y la quiero de regreso. 

El cabello rubio del chico caía a los costados de su cara, Jaehyun lo encontraba tan hermoso, sabía que no encontraría a otro esclavo como ese en toda la terrible y sola eternidad que le esperaba.

—Te dará la libertad a cambio de una sola casa —Con una sonrisa socarrona vio como el chico levantaba la cabeza de golpe.

—¿Qué? —Fue la pregunta del millón.

—Haz el amor conmigo —Propuso sin ningún miramiento —Finge que te gusta que te toque.

El corazón de Taeyong se encogió, un frío de muerte recorrió su espalda, su estómago se contrajo y su pene se llenó. Todas las sensaciones juntas hicieron que el mundo girara a su alrededor, respirando profundo trató de controlarse para no dar con su humanidad en el piso. Jaehyun guardó silencio, esperando el resultado del proceso de pensamiento del rubio.

—¿Si acepto... —Balbuceó Taeyong —me dejarás libre?

—Un hombre vale tanto como su palabra —La solemnidad del vampiro dentro de la jaula, le recordó a Taeyong que este era gente de otro tiempo —Yo te doy mi palabra de que estarás en tu apartamento para mañana en la noche si cumples con tu parte.

Slave | JaeYong #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora