Capítulo 13

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Taeyong se relamió al ver cómo el poderoso guerrero ponía sus manos duras por el manejo de la espada, en la cinturilla de sus pantalones desabrochándolos con una lentitud realmente malvada. El más joven no pudo más con su impaciencia, caminando hasta quedar frente a su amante, se dejó caer de rodillas. Ni cuando era esclavo de ese hombre había estado así.

—Déjame este trabajo a mí —Se ofreció mientras bajaba la cremallera de ese pantalón que se negaba a entregarle su tesoro.

—Si te acercas tanto tendrás que probarlo —Advirtió el vampiro.

El programador con la determinación propia de alguien de su profesión, liberó el miembro que estaba tan duro como una barra de acero.

—Creo que podré con esto.

Jaehyun sintió el impacto de una corriente eléctrica recorrer su espalda cuando esa lengua traviesa pasó de arriba abajo degustando de la manera más descarada su sexo.

—Estoy de acuerdo —Habló cuando pudo recuperar la voz —Tienes el empleo si lo quieres.

—Y eso que todavía faltan cosas por experimentar —Metiéndose todo ese gran trozo de carne a la boca, dejó que sus colmillos filosos se hicieran notar sobre la tierna piel sin en realidad lastimarla. Una, dos veces de entrar y salir, para dejar libre la erección del hombre que parecía tener una seria fuga de líquido pre-seminal.

—Eres cruel —Se quejó al sentir como esa caverna húmeda le dejaba fuera.

Taeyong solo sonrió en respuesta, tomando los pantalones de la cinturilla comenzó a bajarlos dejando a su golosa vista los testículos, luego las piernas hasta hacer que el pantalón fuera a dar al suelo.

—En la cama —Ordenó con la voz ronca por el deseo, los ojos de Taeyong mostraban decisión y travesura. Jaehyun terminó de liberarse del molesto cuero, para luego acostarse contra la cama.

—¿Qué piensas hacer?

Taeyong sonrió dejando ver los pequeños pero filosos colmillos que adornaban su boca.

—Tengo sed —Hizo un pucherito que hubiera parecido inocente si no fuera porque ya el vampiro le conocía lo suficiente —Dame de beber.

—Ven a mí —Invitó el vampiro poniendo las manos sobre su cabeza en clara invitación —Sírvete tú mismo.

Ese pequeño rubio podía ser la encarnación del diablo cuando se lo proponía.

—Voy a practicar lo que tú mismo me enseñaste —Con cada palabra se iba acomodando sobre el cuerpo del mayor.

Jaehyun dejó salir un grito al sentir como esos colmillitos golosos le mordían justo sobre el pezón derecho, bebiendo de él.

—Toma todo lo que quieras —Gimió cuando el chico comenzó a lamer la herida.

—Exactamente eso es lo que quiero hacer —Mordió el otro pezón alimentándose con gula de su amante.

El vampiro disfrutó cada una de las travesuras de su pareja, el desgraciado era un sádico cruel, mordía y lamía su piel como si él fuera el más exquisito manjar.

—Voy a venirme —Advirtió.

—Eso no —Arrugó el ceño Taeyong mientras terminaba de lamer la herida que había hecho sobre el hueso de la cadera de Jaehyun. Gateando sobre el torso de su víctima, le propuso —¿Quieres ver lo que escondo bajo este pantaloncillo?

Jaehyun no esperó una segunda invitación, halando al chico hasta dejar la entrepierna justo sobre su rostro.

—Desde que te vi salir del baño con esta cosa tuve ganas de hacer esto —Metiendo la mano por la pierna del pantalón sacó por allí el pene que ya estaba durito y listo para ser mimando. La risa del chico era contagiosa.

—Me haces cosquillas —Trató de defenderse intentando levantarse.

—De aquí no te vas —Advirtió el otro hombre —Me prometiste dejarme ver lo que había aquí escondido —Acariciando la tela sedosa del pene —Se ve delicioso —Con esas palabras comenzó a devorar el sexo de Taeyong.

Los gritos del más joven resonaban entre las paredes del dormitorio, Taeyong no podía creer que fuera tan sexy el sentir cómo ese hombre le manoseaba por la parte de debajo de sus pantaloncillos, era morboso y divertido a la vez. Estando a segundos de venirse Jaehyun apartó su boca de su miembro húmedo.

—Quiero que te vengas, conmigo bien enterrado en tu culo.

Las mejillas de Taeyong se mancharon de un coqueto rojo.

—De verdad que eres un caso perdido —Se quejó mientras se acomodaba la poca ropa que vestía.

—Pero te gusto así —Le dio un pellizco al culo respingón que se le escapaba de las manos.

Taeyong se puso de pie al lado de la cama, dejando que su compañero le mirara mientras él se quitaba el pantaloncillo.

—¿Me acompañarías mañana al Club Gatitos para que conozcas a mis amigos?

El vampiro en ese momento podía decir que sí a cualquier cosa.

—Si vienes a la cama de nuevo haré lo que quieras.

—¿Lo prometes? —Insistió Taeyong mientras caminaba balanceando las caderas de manera que su pene se movía al compás de su caminar.

—Un hombre vale tanto como su palabra —Logró hablar mientras ese lindo rubio se sentaba sobre su pene.

—Entonces lo doy por un hecho —Puso ambas manos sobre el pecho musculoso —Ahora lo que necesito es sentirte dentro de mí.

—No lo hagas amor —Trató de evitar que Taeyong se empalara de un solo golpe —Puede dolerte.

Taeyong al escuchar cómo le llamó no pudo más que confesar nuevamente.

— Te amo —Besando con lengua incluida a su compañero, disfrutó al sentir cómo las manos grandes de hombre le sostenían apretando sus caderas —No te preocupes, una de las ventajas de estar contigo es que tengo más resistencia que antes… Doyoung dice que estoy hecho para ti.

Un gruñido animal se escuchó desde la cama cuando Jaehyun bajó las delgadas caderas de Taeyong hasta empalarlo por completo en su hombría. El más joven sintió como gruesas lágrimas resbalaban por sus mejillas.

—Tómame sin miedo —Reto a su amante —Quiero sentirte tan dentro de mí que cuando camine mañana lo recuerde perfectamente.

Jaehyun disfrutó de la gloriosa visión de su sonrojado amante mientras daba saltitos sobre sus caderas, los labios rojos abiertos tratando de tomar aire, embestida tras embestida, los pezones erectos tentándolo a halarlos una y otra vez. Golpe a golpe el orgasmo comenzó a formarse, el primero en entregar sus ejércitos fue Taeyong, que después de alcanzar el cielo se dejó caer sobre el torso de su pareja.

El mayor acomodó a su amante sobre la cama, sin salirse de la complaciente cavidad se situó entre las piernas abiertas, mordiendo el cuello del humano dio unos cuantos golpes más hasta venirse dentro de su rubio sexy.

—Te amo —Fue lo último que escuchó antes de caer dormido en los brazos de su hombre…

Con una sonrisa pensó que ahora si era el esclavo del vampiro, su amor le había dado la libertad y a la vez le mantenía atado con cadenas que nadie podría romper jamás.

Fin

Slave | JaeYong #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora