Capítulo 7

300 29 0
                                    

Maldiciéndose a sí mismo por ser tan idiota, comenzó a desnudar prenda por prenda el cuerpo dormido. Esa noche debería de estar averiguando quién demonios estaba metiéndose con su territorio. Estaba seguro que no era el Consejo de Ancianos, ya que esos solo veían por sus intereses y raras veces le pedían a él, en su papel de ejecutor, que hiciera algún trabajo para ellos.

—Jaehyun —Los labios ahora de mejor aspecto de Taeyong, llamaron en medio de su sueño —Jaehyun… Jaehyun.

El vampiro no pudo evitar sonreír, llevando la mano a la frente del más joven, susurró:

—Duerme, descansa —De inmediato el cuerpo que ya comenzaba a tensarse, se relajó contra las sábanas.

Con algo más de confianza, el vampiro siguió con su trabajo. La camisa y ahora el pantalón dieron en el suelo, dirigiéndose a una de las gavetas buscó ropa interior para ponerle. Dejando salir una sonrisa, encontró algo, un pequeño pedazo de tela al estilo piel de leopardo, esa sería una especie de venganza secreta por haberle mordido sin su permiso.

Al llegar a la cama nuevamente, disfrutó de la vista que el cuerpo delgado casi desnudo le estaba dando. Sin poderlo evitar se arrodilló entre las piernas abiertas, torneadas y largas. Eran una tentación en sí mismas. Las manos se movieron solas, acariciando los muslos hasta llegar a la unión con el torso.

—Eres hermoso —Susurró sin detener sus manos. Apretando el sexo laxo que descansaba contra el lado derecho bajo la ropa interior húmeda, disfrutó del pequeño gemido que salió de la boca del menor. Con una de las filosas garras rasgó la tela, arrancándola de las caderas delgadas. Dispuesto a limpiar el desastre, el vampiro comenzó a lamer la erección que ya comenzaba a formarse.

Taeyong soñó con un vampiro de cabello tan negro como las alas de un cuervo, de torso musculoso y brazos fuertes, lo mejor de todo era la boca. Boca que le estaba comiendo el pene de una manera deliciosamente salvaje. Soñar así era mejor que cualquier realidad que hubiera vivido.

Levantando las caderas penetró la cavidad húmeda, mientras unos dedos largos entraban entre los globos de su trasero. Él nunca había querido ser promiscuo, de su madre había aprendido cuales eran las consecuencias de creer que a alguien le importaba más que por su apariencia física. Al menos en este sueño podía dejarse llevar sin consecuencias, una vez el sol saliera todo quedaría olvidado.

Un miembro duro invadió su intimidad, Taeyong se revolvió en medio de su sueño, gemidos y grititos escapaban de su garganta, sosteniéndose de los brazos de su amante de ensueño, disfrutó del paseo. Levantando las caderas se encontró con cada embestida, dando en el lugar justo donde el placer era enloquecedor. El hechizo que mantenía dormido a Taeyong no pudo contener al chico, justo cuando se venía nuevamente manchando su propio pecho y el de su amante.

Abriendo los ojos vio una imagen salida de su sueño, al parpadear esta desapareció, quedando desnudo con las piernas abiertas y manchado de semen. Habría jurado que estaba delirando, de no ser por el característico dolor en el culo que sintió al sentarse. Asustado más de lo posible, prácticamente salto de la cama.

—¿Qué demonios? —Gritó más que preguntó al sentir la humedad tibia que escapaba de su trasero. Eso era semen, no había duda. Estaba por gritar pidiendo auxilio, pero los recuerdos que le llegaron en torrente le hicieron caer de rodillas.

Después de media hora de estar allí tratando de que su cabeza se decidiera dejar de dar vueltas y de liberar imágenes, supo exactamente lo que ocurría.

—Maldito mentiroso —Rumió sosteniéndose de la horilla de la cama —Dijiste que sería libre…

Taeyong recostó la cabeza a la cama, sin fuerzas para levantarse del piso comenzó a llorar a lágrima viva. Odiaba a ese hombre por lo que le hacía y lo odiaba por no estar allí rogándole lo dejara quedarse.

Slave | JaeYong #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora