✧ 1 ✧

3.1K 112 100
                                    

luego de varios meses de arreglos y papeleos, julian formaba parte del equipo de pep guardiola: el manchester city.
él siempre había tenido la esperanza de poder jugar en su equipo favorito luego de river, y ahora que era una realidad no lo podía creer. al principio se sentía un poco intimidado por sus compañeros, no entendía mucho el inglés y ellos no cazaban una en español. al pasar del tiempo la comunicación se hizo mucho mas fluida y julian ya no sentía timidez, pero había otro problema que no parecía tener fin...

guardiola no lo dejaba jugar.

y no es que literalmente no lo dejara, pero de diez partidos sólo pudo participar en uno, y eso le generaba cierta angustia. ¿no era suficiente su esfuerzo? ¿para qué esperó tanto? sus pensamientos sólo empeoraban su situación.











un precioso atardecer decoraba el ethiad, julian entrenaba con sus compañeros mientras su cabeza daba mil vueltas. ¿estaba enojado? ¿triste? ¿decepcionado? ni él mismo sabía.

guardiola notó el cambio de humor en el 19 del equipo, y pensó en lo que le podría estar sucediendo.

- "y claro, si jamás juega el pobre."- se dijo a si mismo mientras observaba como su equipo entrenaba.

de todas maneras no podía arriesgarse a meter a julian con la increíble racha que estaban teniendo, sin mencionar que haaland demostraba un mejor desempeño en cada partido... era preferible dejar que julian entrene en caso de que el noruego no pueda seguir.

luego del entrenamiento, los jugadores fueron a los vestuarios a ducharse y arreglarse para seguir con sus vidas - alvarez se había quedado solo en la cancha, pensando en su futuro y en que decisión tomar. quizás confrontar a pep lo haga cambiar de opinión.

el dt del city se acercó a él y suspiró pesadamente, con cierto enojo.

- ¿que te pasa, julian?

preguntó mientras lo miraba de arriba a abajo.

- nada... nada. estoy cansado, es eso.

pep alzó una ceja, no le creía.

- no parece que sea sólo cansancio... deberías decírmelo. ¿qué te sucede?

julian lo miró con sus ojos brillantes, tenía esperanza en que el mayor lo tome en serio de una vez por todas.

- quiero jugar. quizás... podrías sentar a mahrez y dejarme jugar otro partido. mi rendimiento fue bueno, no podes negarlo...

guardiola rió a carcajadas, dejando a julian perplejo con su ceño fruncido y un enojo creciendo en su interior.

- claro, y arriesgarme a perder la racha. tampoco voy a dejar a erling sentado sólo por tus caprichos. ¡quizás la temporada siguiente sea la tuya!

respondió el calvo de forma burlona. julian se mordía la lengua para no insultarlo.

pep analizaba los movimientos del menor, la forma en la que hacía puchero y fruncia el ceño, como su respiración se agitaba por la bronca...

- ¡bien! ¿¡qué debo hacer para poder satisfacer TUS caprichos!? entreno, hago dietas, no salgo de noche, cumplo con lo que ordenes... ¿y aún así soy un riesgo? - julian sentía que su pecho se destrozaba, estaba desilusionado, como un niño que se enteró que papá noel no es real.

guardiola se deleitaba al experimentar como el fuego lo quemaba por dentro al ver a alvarez tan desesperado, y la realidad era que había comprado a julian no sólo por su habilidad para jugar al fútbol, sino que también porque el argentino lo volvía loco. una sonrisa lasciva se hizo presente en su rostro al darse cuenta de que su plan había funcionado a la perfección.

unos meses atrás, cuando el pase de julian ya estaba casi confirmado, pep pensó en lo genial que sería tener al jóven todo para él. después de todo, el menor haría caso omiso a sus ordenes para poder cumplir su sueño... y claro que se sentía una basura por aprovecharse de él. necesitaba volverlo vulnerable, hacerlo sentir estupido, inútil, y sólo lo pudo lograr manteniendolo en el banco por mucho tiempo hasta que no de mas.

y ese momento había llegado.

saliendo de sus pensamientos, el mayor pensó en una de sus mas obscenas fantasías: vestir a julian de mujer y dejar que los demás lo bañen en semen. ¿pero aceptaría el recien nombrado tal cosa?

- bien, podemos negociar algo. es muy simple de hecho. - dijo pep, acercándose al jóven.

- lo que sea... voy a hacer lo que sea...

el mayor se mordió el labio disimuladamente, parecía que lo estaba provocando. primero miró a su alrededor, y al verificar que estaban solos procedió.

- bien, julian. sólo quiero que te vistas con una linda minifalda y un top, te pongas un poco de maquillaje y vayas a charlar con tus compañeros. ¿no es muy simple? y bueno, quizás debas mimarlos un poco... pero nada del otro mundo.

guardiola le acariciaba la mejilla al menor mientras le hablaba, el contrario abrió sus ojos con sospresa y hasta abrió un poco su boca. no sabía que decir...

julian bajó su mirada y lo pensó... dejarse degradar por poder jugar...

y aceptó.

el calvo sonrió ampliamente y lo abrazó, le apretó el culo le apoyó su necesitado bulto mientras le susurraba ciertas indicaciones.

- mañana por la tarde quiero que te fijes en tu locker, allí estará tu ropa. yo sabía que aceptarías, chico inteligente. me muero de ganas de verte en acción, y mas vale que lo hagas bien o sino el próximo partido vas a ir al banco.

el menor, tenso y sorprendido, asintió con su cabeza rápidamente.

ahora le tocaba ser una puta a cambio de la tan deseada titularidad.

𝐓𝐈𝐓𝐔𝐋𝐀𝐑 » 𝗃𝗎𝗅𝗂𝖺𝗇 𝖺𝗅𝗏𝖺𝗋𝖾𝗓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora