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la noche en el ethiad estaba preciosa, el estadio estallaba de la cantidad de aficionados que había y se avecinaba un importante partido con el tottenham. el equipo contrario estaba teniendo una buena temporada, por lo que guardiola encendió todas las alarmas para no perder la increíble racha.

julian, por su parte, se preparaba tranquilamente. era parte de la alineación y titular junto a haaland y foden, y por ende estaba mas que contento. pep había cumplido con su trato.

el primer tiempo transcurría de forma normal, ambos equipos mostraban un buen desempeño pero el city estaba teniendo mas oportunidades y todas eran de julian. el menor no podía decepcionar.
a los 20 minutos de comenzado el partido, alvarez logró cometer un golazo que lloris ni vio. "para vos, guardiola." pensaba el cordobés mientras festejaba con sus compañeros.

al finalizar el primer tiempo, un amistoso cuti se acercó a su compañero de selección para saludarlo , y como de costumbre, lo empujó y le pegó un chirlo en el culo. era normal entre ellos, pero no para alguien que miraba todo desde lejos con una expresión de gárgola. ese alguien era erling haaland, a quien los nervios y ahora celos le estaban jugando una mala pasada.

haaland aparentaba ser una persona fría, un "ciborg", yeti, robot, entre algunos apodos populares que le habían otorgado. lo cierto era que amaba demostrar su cariño, pero en la cancha claramente era otra persona. el corazón del grandote se había derretido de amor cuando julian llegó al club sin saber cómo comunicarse, mirando a todos con su cara de susto que tanto lo caracterizaba. se había enamorado de él y el encuentro sexual que habían tenido lo había dejado muy confundido, ya que según guardiola julian quería el puesto de haaland, pero era una mentira del dt. pep sabía muy bien las intenciones del noruego con alvarez, pero de igual manera su intento de quitárselo de la cabeza había fallado. erling confiaba en julian sin importar qué.

luego de saludar a los aficionados y darle su short a un hincha de river que se encontraba en el estadio, julian se fue al vestuario como siempre. para su sorpresa, no había nadie. pensaba seriamente en si se había confundido, pero no. nuevamente era todo obra de guardiola, quien lo miraba desde lejos.

el mayor se acercó y lo abrazó por atrás, haciéndolo asustar.

- que bien que estás jugando, juli. - le susurraba al oído mientras le pellizcaba y acariciaba los pezones por encima de la camiseta.

el castaño se mordía los labios en un intento fallido de contener sus jadeos desesperados, pero la realidad era que julian adoraba sentir sus pezones siendo estimulados. podía acabar solamente con ese tacto.

el menor movía su culo en círculos, haciendo jadear a pep. está de más decir que los dos estaban duros, necesitando uno del otro. guardiola bajó una de sus manos por el abdomen de julian llegando a sus trabajados muslos, para luego apretarlos y proceder a estimular el glande de alvarez con su dedo medio.

- n-no... acá no... es peligroso... - lloriqueaba el argentino mientras intentaba correrle la mano al contrario, quien le besaba el cuello con desespero. le causaba mas morbo ser encontrado con él, por eso siguió sin importar qué.

guardiola podía sentir que julian estaba por acabar, su respiración pesada y las pequeñas lágrimas en sus ojos lo delataban, por lo que justo antes que el menor tuviera un orgasmo alejó sus manos de él. la respuesta a eso fue un llanto de frustración.

- no... no llores. dijiste que no querías. - le decía pep mientras le limpiaba las lágrimas.

- p-pero si quiero... - suplicaba julian.

el mayor volvió a acariciar y tironear suavemente de una tetilla de alvarez, y con su otra mano apretaba y estimulaba con el pulgar la durisima erección del menor.

𝐓𝐈𝐓𝐔𝐋𝐀𝐑 » 𝗃𝗎𝗅𝗂𝖺𝗇 𝖺𝗅𝗏𝖺𝗋𝖾𝗓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora