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sorprendentemente julian había despertado primero, se había lavado los dientes y la cara y se había cambiado rápido para preparar el desayuno. su habitación contaba con una cocina así que debían aprovecharla al máximo.
el menor encendió una radio y comenzó a bailar mientras cortaba frutas y preparaba unos licuados. guardiola comenzaba a despertarse por el quilombo que alvarez estaba haciendo.

el desayuno ya estaba listo, y julian fue a despertar al mayor para avisarle.

- amor... el desayuno... - dijo con una suave voz.

pep despertó y se estiró, cuando abrió sus ojos y vio al menor sonrió bobamente.

- ¿es un sueño? ¿he muerto? es que estoy viendo un angelito... - le dijo y lo besó, pero julian corrió la cara rápidamente.

- ¡anda a lavarte la boca sucio! un olor a perro muerto... - protestó bromeando, a lo que el contrario respondió con un patético puchero. de todas maneras le hizo caso y se dirigió al baño a higienizarse.

ambos desayunaban juntos sin decirse nada, pero diciéndose todo con sus miradas de enamorados. pep tomó una frutilla y la acercó a la boca del otro. julian se la comió y sonrió levemente, mientras tanto en la cabeza de guardiola pasaban miles de escenarios retorcidos con el menor. de todos esos, había uno que era fácil de cumplir. sin pensarlo dos veces, se levantó a buscar una banana que no esté cortada y un poco de crema chantilly.

- ¿qué haces con eso? - preguntó julian extrañado.

pep peló la banana y le puso un poco de crema en la punta, luego sonrió lascivamente y miró al menor.

- comela. - le ordenó.

el menor hizo caso, lamio la fruta de abajo hacia arriba y se comió la crema lentamente para luego chupar un poco la punta. la timidez le ganó y terminó mordiendo la banana y comiendola normalmente.

cuando terminaron de desayunar, guardiola fue con julian, quien se estaba cambiando para ir a la playa. lo abrazó por atrás y le besó el cuello.

- sabes... me gustaría verte usando un bikini. - le comentó.

- ¿un bikini? pero... ¿cuál? - preguntó alvarez, dándose vuelta un poco para ver al mayor.

- uno lindo... ¿vamos al centro y te compro uno? anda...

el cordobés terminó aceptando, con algunas dudas sobre cómo iba a funcionar eso.

los dos se cambiaron y se fueron al bonito centro del pueblito. no era muy grande pero tenía lo necesario.

guardiola entró con él a un local dónde vendían todo tipo de ropa de playa y artículos para esta misma. rápidamente se dirigió a la sección de mujeres y comenzó a chusmear. julian miraba todo a un lado, con la cabeza mirando al suelo y sus mejillas rojas. finalmente, pep eligió una bikini blanca que parecía tapar lo justo. el menor negaba con la cabeza.

- oh, vamos... ¡si es preciosa!

una vendedora se acercó a ayudarlos y por suerte hablaba español.

- hola, ¿los ayudo en algo?

julian negó pero guardiola asintió y ella sonrió esperando indicaciones.

- me gustaría ver algunas bikinis para él, que complementen su piel tan bonita... si es posible, claro.

la chica se quedó pensando un momento, miró al menor y asintió. comenzó a buscar entre las perchas hasta que sacó una color violeta oscuro que tapaba más que la otra. alvarez suspiró y se la fue a probar.

la bikini le quedaba preciosa y por fortuna lograba tapar lo necesario. aparte el violeta contrastaba con su piel y lo hacía ver hermoso. cuando guardiola lo vio, creyó desmayarse.

𝐓𝐈𝐓𝐔𝐋𝐀𝐑 » 𝗃𝗎𝗅𝗂𝖺𝗇 𝖺𝗅𝗏𝖺𝗋𝖾𝗓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora