Falling Down

Capitulo 2: welcome to hell

Mentiría al decir que no me sentía decepcionada, es decir tanto esfuerzo de su parte para nada, juro que me emocioné al verlo correr de la madera en que lo hacia detrás del auto de mi madre. Pensé que iba a ser como esas despedidas románticas de la Tv o de los libros. Eso me gano por permitirme desear algo de romance en mi patética vida.

Al final solo me abrazó, no me dijo nada que no me hubieran dicho otras personas. solo hubo algo que me llamó la atención, él dijo "yo se que algún día tienes que volver", y me miró con esa mirada socarrona. Yo solo pensé "claro que tengo que volver idiota mi casa queda aquí". Se muy bien lo que su frase significa pero no me culpen odio el romance y sé muy bien que cuando vuelva aquí no pienso buscarlo y menos volver con él, tengo una regla en cuestión de relaciones. Lo que termina, termina. Yo no cometo un error dos veces. No entiendo esas parejas que terminan y vuelven, termina y vuelven y así sucesivamente. Yo simplemente pienso "para que cometer un error varias veces, si puedes divertirte cometiendo otros". No me malinterpreten, no soy una zorra ni nada por el estilo siempre espero por lo menos medio año para tener otra relación, me parece correcto tanto para mi corazón como para el del chico, no creas que soy buena persona es solo que no me gusta hacer cosas que no me gustaría que me hiciera a mi.

-Planeta tierra llamando a Thalía...-escuche decir a mi madre.

- ¿que pasa mamá?-

-llegamos cariño-

-Oki-

El vuelo estuvo como suelen ser los vuelos: molestos, sillas con un espacio limitado-contando con que mis piernas son demasiado largas- niños que te vuelven loca. En resumen... ¡el vuelo fue una autentica mierda!

Pero Dios sabe que odio que las personas se quejen así que... no tengo derecho a quejarme.

Si el vuelo estuvo mal, el aeropuerto estaba peor. Había demasiada gente, unos estresados , otros enfadados, otros -los mas inteligentes- simplemente esperábamos con el fastidio dibujado en nuestra cara.

POR EL AMOR DE DIOS CUANDO VAN A ENTREGARME MI PUÑETERO EQUIPAJE- grité en mi mente, claro está. No necesito que la gente se entere de lo insana que es mi cabeza.

A menudo soy callada, pero si pudieran escuchar el ruido constante que hay en mi cabeza estoy segura que invertirían millones fabricando una nave que me enviaría a saturno sin un boleto de regreso.

Cuando por fin me entregan mi equipaje- el cual ya daba por perdido-

me largo del aeropuerto, rumbo al campus que me va a acoger por los próximos seis años.

Mientras me acerco a mi destino siento mariposas en mi estomago y empiezo a temblar, lo cual es normal que me pase cuando estoy a punto de llegar a un lugar nuevo. ¿Cómo será mi compañera de cuarto? ¿ como me irá en esta maldita carrera? ¿haré amigos o serán lo suficientemente inteligentes para aislarme? ¿por qué mi papá no me ha llamado aún? ese ultimo interrogante me tenía mas contenta que nerviosa, quisiera no tener que hablar nunca con él. Siempre que llama tengo la escusa perfecta para no hablar con el, y créanme cuando les digo que soy muy buena inventando escusas.

Al llegar al campus endemoniado- Dios como lo odio- veía en cada rincón un aviso que decía "¡bienvenida al infierno! Aquí serás la persona mas infeliz que halla existido". Casi lloro de mera amargura -pero por favor no perdamos la compostura hay gente por aquí- escuché a mi otro yo hablar- así que solo caminé rumbo a mi habitación. Joder espero no perderme en esta cuna de víboras.