Falling Down

Capitulo 4: Se lo que estás pensando.

Gabriel

Iba en mi auto vuelto una mierda. Pensando que cosa tan mala había hecho en la vida para merecer haber sido engañado de una manera tan bochornosa. Si no me quería ¿porque simplemente no me dejó? ¿porque cojones tenía que meterse con el engreído de mi hermanastro? si esa estúpida supiera que solo folló con ella para luego restregármelo en la cara.

Voy en mi auto y de repente veo a una chica caminando por la mitad de la calle sola. ¿Acaso las chicas están locas el día de hoy? ¿como se le ocurre caminar sola por estas calles a la 1 de la mañana? total no es mi problema.

¿Qué esa no es la chica que salió de la nada cuando estaba discutiendo con Marietta?

-Hola- Le digo.

Joder es preciosa.

-Hola- responde la chica con un tono de desconfianza.

-¿Necesitas que te lleve?- pregunto de la manera mas amable que puedo.

-No, gracias- responde con un poco de fastidio en su voz.

Ella empieza a caminar. Yo la sigo en el auto.

-Venga ya, esto está mas solo que un desierto- Le digo- No creo que encuentres un taxi que te lleve a esta horas.

Un rastro de duda pasa por su precioso rostro.

-¿Y que pretendes? ¿acaso crees que montarme en el auto de un desconocido es una de mis mejores opciones?- Me dice soltando un suspiro- ¡Podrías ser un asesino en serie!- dice con un tono melodramático y un tanto burlón.

No puedo evitar soltar una risa.

-Mi oferta esta a punto de caducar en Tres... dos...un- Digo a forma de chantaje, pero a punto de terminar me interrumpe.

-Vale- le escucho decir.

Ella sonríe, yo toco el cielo.

...

Minutos después me encuentro en el auto del desconocido mas guapo que halla conocido.

Primero que todo, espero que no me viole- aunque sin duda lo disfrutaría- ¿pero eso no sería violación o si? Segundo, espero que por lo menos me pida mi numero, aunque aun no me ha preguntado mi nombre así que supongo que no le intereso, lo cual es en parte triste y a la vez liberador ya que acaba de terminar con su novia y yo con el mio y sin duda eso de enrollarnos no sería sano. Aun así no deja de ser decepcionante.

-¿En que piensas?- me pregunta.

-En que llevamos 10 minutos en este auto y aun no me has dicho tu nombre.

-¿No lo sabes?

-¿Por qué debería saberlo?- mierda, sabe que escuche la pelea que tuvo con la zor... ¡perdón! con la chica mala de su ex-novia.