Ya era hora de irme a mi "nuevo hogar", no sabía que me esperaría al vivir con esos hombres, ni a cuál iba a elegir porque sinceramente empezaba a odiar a Gabriel, últimamente me parecía repulsivo. La cosas hasta ahora estaba decididas y no de una manera que me favorecieran, lo que más me entristecía del asunto es que ni siquiera tenía derecho a casarme con el amor de mi vida, en este momento lo único que me emocionaba sobre la maldita boda era el maldito vestido, el cual solo usaría una puta vez, odiaba que las personas tomaran decisiones importantes en mi vida, realmente lo odiaba. Mi papá de una manera una otra, con algunas condiciones mías o no se había salido con la suya, una vez más era parte de su juego, en el cual solo se veía afectada mi felicidad.
Cuando por fin llegaron por mí, estaba roja de la rabia y muerta por dentro, ya no tenía nada que perder y nada que ganar. Decidí entrar en un estado automático donde estaba presente físicamente pero no en pensamiento, era lo mejor que podía hacer.
Al llegar no había nadie esperándome, me pareció mejor así.
Gabriel
La vi entrar por la puerta de mi casa y no pude hacerle frente, se veía llena de ira y a la vez distante, llegue a la conclusión que era mejor no molestarla ya que últimamente mi presencia solo hacia eso, molestarla. Aún rondaba por mi cabeza sus palabras en las cuales me dejó muy en claro que yo sería su futuro esposo y no por amor sino porque era la mejor opción que tenía lo cual a decir verdad era bastante humillante, ella y yo habíamos tenido una conexión pero yo lo había arruinado por mi estúpida indecisión.
Ella es realmente hermosa y tarde unos minutos en darme cuenta que su cabello ya no era rojo sino castaño, aun se veía hermosa, mucho más natural, más fresca a pesar de la inconformidad que irradiaba. Rápidamente subió las escaleras con la dama de llaves que si no me equivoco le mostraría su nueva habitación.
Thalía
La dama de llaves fue la única que decidió aparecer para enseñarme cual sería mi nueva habitación, cuando por fin llegamos me mostró una habitación que ya me era conocida, al abrir la puerta vi que ya estaba claramente ocupada por cosas de Gabriel ¿Qué demonios?
-Disculpe- le dije con un rastro de mal genio en mi vos- ¿no hay más habitaciones disponibles en esta casa tan grande? Porque ni loca pienso compartir habitación con el dueño de este cuarto- dije subiendo cada vez más mi voz, sin importarme si estaba comportándome como una perra con esta señora que no tenía la culpa.
-Son órdenes del dueño de la casa y de su padre que comparta habitación con el señor Gabriel los primeros quince días y los otros quince con el joven Andrés para ayudar a que tome su decisión.
Sólo pude quedarme con la boca abierta ¿Acaso mi vida no podía ser más absurda?
¿Cuál sera la mejor elección? ¿Gabriel o Andrés?
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Falling Down
Novela JuvenilHola, puede que no conozcas mi nombre pero te aseguro es muy fácil de recordar o al menos eso parece. Muchos suelen asociarlo con el hecho de que es artístico, y una pregunta lleva a la otra "¿cantas?". Y la respuesta es: sí, no se equivocan; Aunqu...