¿Del mimos color?
La brisa fría golpeaba mi rostro de una manera agridulce y satisfactoria. Sentía cómo el viento alocado impactaba mi cuerpo, haciéndose parte de mí; un cosquilleo desagradable se formó en mi vientre.
¿Del mismo color?
No veía nada del mismo color; quizás era por el dolor que opacaba cada pizca de destello que trataba de llenar mi cuerpo. Una sonrisa que no llegaba a mis ojos tomó mis labios.
¿Sanar? ¿Sonreír? ¿Llorar? ¿Gritar?
Mis pies amenazaban con pisar el vacío que me llevaría al final de todo dolor. Suspiré mientras trataba de buscar las lágrimas.
Pero no había lágrimas, solo un vacío y un dolor profundo en mi corazón.
— La vida tiene sentido para muchos, pero quizás ninguno para otros —dije sin poder llorar. Era como si estuviera seca. —A veces es más fácil rendirse que seguir avanzando.
Mi cuerpo temblaba de frío. Era una noche bastante normal como las demás, solo que esta noche decidí acabar con mi vida. Mirando las estrellas, mi pie tanteó el vacío dejándose caer...
—¡No! —grité alarmada, sentándome en busca de aire—. ¡Quédate más!
Buscaba llorar, pero no lo conseguía. Y lo peor es que necesitaba llorar para sacarme todo el dolor, pero la sequedad en mi interior era incapaz de dejarme derramar una sola lágrima; estaba totalmente seca.
Mis manos se apretaron en puños sobre la colcha mientras miraba un punto fijo: era donde se encontraba el cuadro que él me había regalado. Mi corazón se rompió haciéndose trizas en mil pedazos. El dolor de la ruptura era bastante grande aún porque yo lo amaba, y el hecho de que haya terminado por nuestro bien igual me jodía.
—Se terminó y quizás es lo mejor para ambos —susurré; fue casi inaudible. Mi voz se había perdido entre los susurros silenciosos de las paredes—. El que lo nuestro se haya acabado no significa que no te ame; de hecho, lo hago, pero el daño que nos hacíamos era más fuerte y yo quiero sanar.
Mis lágrimas salieron con fuerza; es difícil terminar una relación y más cuando amas... Pero a veces el amor no es suficiente... porque no tienes amor propio.
Me aferraba a sus recuerdos; los abrazaba como si fueran mi única salvación. Sabía que era definitivo, esta vez todo acabaría y yo me preguntaba: ¿cómo estaba él?
— No, M, no pienses en eso; te harás más daño —Susurré mientras trataba de controlar mis manos, que habían empezado a temblar.
Era claro: me había apagado y aunque sabía que era por nuestro bien, me dolía. Me estaba apagando y yo sabía que si volvía a apagarse volvería a la depresión; volvería a ser todo eso que dejé en el pasado...
No es dependencia emocional, pero me duele que mi relación se haya acabado y sabía que me costaría reponerme porque me dolía todo eso y sabía que era muy difícil para mí verlo. Implicaba las ganas de volver a sus brazos y abrazarlo, decir que todo está bien cuando ambos sabíamos que no estaba bien.
Tomé mi móvil y le escribí; mientras apretaba los dientes, mis dedos temblaban sobre la pantalla escribiendo lo que siento o básicamente un poco de lo que siento... porque es bastante y no sé si tardaría años en escribirle todo lo que estoy sintiendo en este momento.
M: Gracias por todo; aprecié cada instante, cada momento, cada beso y abrazo. Amé cada mirada y más de ti. Lo siento; no quería que terminara de esta manera, pero bueno, por algo suceden las cosas. Espero que seas feliz; lo siento por el daño, en serio. Espero que un día puedas ser feliz; te deseo lo mejor. Gracias por compartir conmigo un pedazo de tu vida. Cada sonrisa tuya siempre estará en uno de mis mejores recuerdos.
Aunque yo sonreía, para mí todo era diferente; nada era del mismo color... solo los recuerdos a los cuales me aferraba.
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Notita:
Aferrarte a algo que amas es bonito, pero ¿qué sucede cuando eso te daña...? Debes soltarlo; piensa en ti y tu bienestar antes de poner por encima tus sentimientos. Debes priorizar tu salud mental y tu bienestar emocional. Sé que amar es bonito, pero más hermoso es amarte a ti misma. Por alguna razón creemos que amar es sacrificar nuestro bienestar, dignidad y salud mental... No amar es saber que te amas y luego puedes darle un poco de amor a alguien más. Por muy doloroso que sea, pon primero tu salud mental y tú como prioridad; luego el resto. Como digo siempre: Valórate, respétate y sobre todo ámate completamente.
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Nos leemos pronto.