(...)
— ¡Espera!
Dijiste entre risas mientras veías el piso lejos de ti, matt sostenía tus piernas mientras te llevaba a tu cuarto como si fueras un saco de papas aunque dirías que de plumas, te recogió como si no pensarás en lo más mínimo.
Cuando entraste al cuarto, ya en la orilla te tiro en la cama sin mucha delicadeza pero aún teniendo cuidado de no ser demasiado brusco.
— Hora de dormir. ¡Además! Ya me cansé de estar ganando.
Dijo matt en un tono burlón y con una sonrisa en sus labios. Si bien tenías algo de sueño, no puedes negar cuánto te gusto pasar el día hoy con matt, te sentías un poco mal por tener que ir a trabajar mañana, sabes que estás casi todo el día en casa pero...por alguna razón siempre que es de noche pasan las mejores cosas.
Lo que tal vez es mentira, solo te gusta pasar tiempo con matt, el tiempo siempre pasa volando cuando estás cerca de él y te gustaba eso, más de lo que deberías.
Ibas a oponerte, abriste la boca pero antes de pronunciar si quiera una palabra, el hablo antes.
— Y no quiero peros.
Rodaste los ojos y empezaste a acomodarte en la cama sin muchas ganas de tener que ir a dormir.
Matt no dijo nada mientras te acomodabas, solo se quedó en silencio mirando como te preparaba para dormir. Cuando estuviste lista y cómoda, este sonrió levemente, dió un pasó atrás de la cama.
Te miro con esos ojos de cariño a los que todavía no te acostumbras y hablo.
— Descansa, ____.
Hablo con un tono tranquilo y casi parecía complacido consigo mismo.
— Buenas noches.
Susurré antes de que saliera del cuarto, por como su sonrisa se hizo un poco mas grande cuando salió, sabes que te escucho.
Suspiraste en el cuarto oscuro, no tenías sueño pero lo ibas a intentar dormir de igual manera.
(...)
Cuando sentiste rayos de sol en tus ojos, soltaste un quejido y te moleste pero la luz todavía molestaba tus ojos. Resignada los abriste poco a poco acostumbrando tu mirada a la luz en el cuarto, parpadeante unas veces y luego miraste el cuarto.
— No cerré las cortinas ayer
Dijeste para ti misma en un tono de queja, casi como si te reprocharas no haber echo eso.
Te sentaste en la orilla de la cama y te estiraste.
— Debe ser muy temprano.
Murmurraste para ti misma mientras te levantaste de la cama y salias al pasillo. Usualmente matt es quien te despierta cuando el desayuno estaba listo, eso suele ser temprano como a las siete o ocho de la mañana, lo mas tarde a sido a las nueve.
Cuando saliste del cuarto, el olor a café caliente te hizo sonreír, eso significaba que matt está haciendo todavia el desayunó.
La música de fondo mientras matt estaba en la cocina, era bastante baja, no la habías escuchado hasta llegar a la sala.
Sonreiste al escuchar a matt cantar la canción desde la cocina, no sabías cuánto necesitabas mañana así y ahora no podías imaginar las sin el.
Cuando salió de la cocina con un vaso y un plato de comida te sonrió dejando ver sus dientes, un brillo en sus ojos de felicidad y emoción.
— ¡Buenos días!
Su tono alegre de siempre, de siempre mientras caminaba a la mesa dejando la comida, camino hacia ti y agarro una de tus manos con una risa pequeña haciéndote dar una vuelta sobre tus talones sin poder evitar soltar una risa divertida.
Te dejo caer en el sillón con cuidado de que no tiraras nada.
— provecho.
Te miro con una sonrisa ladiada mirándote.
Cuando saliste de la casa para el trabajo, se despidió te tu sacudiendo la mano con entusiasmo, la puerta se cerró tras tuyo dejándolo a el atrás, en la casa, su mano cayó levemente dejando de moverse con entusiasmo.
— ...Volverá, como siempre.
Susurró para si mismo, siempre volvías y aún no podía evitar sentir un sentimiento de miedo, era lo más similar a un humano, aunque para la humanidad fuera ridícula la idea, sus sentimientos aún siendo ariticiales eran lo más posible parecidos a los sentimientos de un humano.
Suspiro nervioso caminando al sillón, sentandose en el sintiendo sus manos temblar, miro el control de la television, eso lo distraería, cuando quiso agarrar el control de la televisión sin darse cuenta del vaso que habías dejado al solo consentrarse en el control, lo golpeó el vaso a un lado de el, tirandolo al piso, cuando escucho que se rompió, su cuerpo se estremesio y cubrió su cabeza.
— Lo siento, lo siento.
Dijo al instante con la voz llena de pánico y miedo, esperando un golpe que jamás llegó. Alzo la mirada con miedo en sus ojos pero no había nadie y eso solo lo hizo sentirse peor.
— No quiero estar solo.
Susurró abrazándose a si mismo, un sollozo salió de el.
— No otra vez, por favor.
Escondió sus rostro en sus piernas cubriendo si cabeza mientras sentía lágrimas deslizarse por su mejillas y su cuerpo empezó a temblar.
(...)
— ¡Robot inútil!
Soltó un grito cuando jalaron su cabeza para luego tirarlo frente donde estaba el vaso roto.
— ¡Lo siento mucho!
Dijo alzando la mirada para ver a la señora frente suyo, no podía ver su rostro, ella lo había modificado para que no pudiera verlo.
— No quiero un puto lo siento, robot inútil.
Dijo entre dientes agarrando su cabello otra vez, obligando a ver el vaso roto en el piso y el liquido que tenía deramado.
— ¡Limpia eso antes que te tire a la basura!
Lo soltó con brusquedad, se intento levantar pero se cayó con torpeza, ignorando la advertencia de su sistema advirtiendo que si no se calmaba iba a reiniciarse.
Se volvió a intentar levantarse y camino a la cocina agarrando el bote de basura y se dejó caer de forma busca al piso frente los cristales, apenas podía estar parado sin que su sistema se volviera loco, con las manos temblando agarro los pedazos de cristar tirandolos en el bote.
Las lágrimas tapaban su vista haciéndola borrosa, soltó un jadeo simulando necesitar aire y lo hizo sentir mal, no es un humano.
— Inútil robot.
Se dijo así mismo con la voz quebrada mientras agarraba los pedazos de cristar y los tiraba en el bote, uno por uno.