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(...)

Cuando abriste los ojos, viste la televisión enfrente tuyo. Te miraste en el reflejo de la televisión unos segundos viendo a tu alrededor, sabes que solo tienes una en toda la casa, sabes que estabas en la sala. Miraste sobre ti aún sin dejar de mirar tu reflejo para ver a Matt, quien empezó a pasar sus dedos por tu cabello.

Ante eso recordaste lo que pasó ayer en la noche. Cuando matt se calmó, cuando dejo de llorar, le preguntaste si no quería ver algo en la televisión, el acepto la oferta sin pensarlo mucho.

Cuando te sentaste en el sillón estabas a su lado, no dijiste nada, ninguno lo hizo realmente en ese tiempo. Después de haber estado viendo un rato la película, te acostaste en el sillón poniendo tu cabeza en las piernas de matt, después de algunos segundos empezó a acariciar tu cabello, pasando sus dedos por el, no tardaste mucho en quedarte dormida viendo la televisión.

Aún así, lo que pasó ayer solo te hizo dudar más de todo lo que estaba pasando en el mundo actual.

Nunca habías aceptado que pudieras comprar varios tipos de robots, los primeros, los que no tenían una IA buena, los que no ponían pensar, fueron algo "novedoso" pero solo fue creciendo esa idea, hasta que se crearon los robots si es que puedes decirles así, con matt realmente no puedes evitar que tu estómago de vueltas con la idea de pensar que matt no es al menos un poco humano. 

La idea de que es tan fácil comprar a un robot como matt con una cantidad bastante accesible te hace sentir mal. Matt paso por muchas cosas, eso lo sabías pero jamás habla de eso, solo cambia de tema, lo que no te hace pensar mejor. Aún así nunca lo obligarte a hablar pero por su reacción de ayer, te hace sentir mal saber que algo que se ve tan vivo es tratado como si se tratara de cualquier cosa que tengas en la cocina.

—  ¿____?

La voz de Matt hizo que salieras de tus pensamientos, te moviste levemente haciendo que este alejara su mano de tu cabeza. Te acomodaste para mirarlo, el te miraba desde arriba, le sonreíste levemente haciendo que el te devolviera la sonrisa.

Alzaste una mano para tocar su mejilla, aunque dudaste unos segundos, lo hiciste. Este se inclino levemente hacia el toque de tu mano, cerrando los ojos y dejando salir un suspiro.

— ¿Te sientes mejor?

Este tardo unos segundos en contestar, abrió levemente los ojos y hablo con una voz levemente temblorosa, como si tuviera miedo de la respuesta a tu pregunta, sabes que lo tiene.

— Si, aunque ¿Hoy tienes que ir a trabajar?

De forma inconsciente pasaste tu pulgar por su mejilla para sonreírle después con amabilidad, con una voz tranquila hablaste.

— No, me dejaron el día libre. Ayer tuve una junta en la que me mandaron a ver cosas que no son mi trabajo así que por el inconveniente me dejaron el día libre.

Su mirada que se veía apagada volvió a tener ese brillo tan curioso en sus ojos y sonrió dejando ver sus dientes.

— ¡Eso suena increíble! Vas a estar aquí todo el día, podremos ver películas, series ¡Hacer postres!

Soltaste una risa por la emoción que tenía alejando tu mano de su rostro, este pareció algo desanimado por la falta de contacto.

Te preguntas como se sentirá realmente matt, por lo visto y lo poco que sabes...que no es mucho, parece tener muchos complejos consigo mismo, además de eso.

Sentiste una presión nueva en tu mejilla, bajaste levemente la mirada sin mover la cabeza para ver mano de matt en tu mejilla, haciendo pequeños movimientos circulares con su pulgar. Alzaste la mirada para verlo a el, tenía una pequeña sonrisa en sus labios que no dejaba ver sus dientes, tenía una mirada sobre ti que te hace sentir una pulsada en el corazón.

Te mira con tanta dulzura, como si fueras algo increíble y con tanto cariño, uno que ni siquiera crees poder devolverle.

Nisiquiera sabes que tipo de relación tienen, probablemente Matt tiene una idea pero tú no, sabes que piensa matt, eso te da cierto miedo porque no sabes realmente que quieres, tampoco puedes decir que no te gusta esto porque sería una mentira pero se siente mal, matt está echo para amar a quien sea su dueño, sabes que no deberías pero ¿Realmente sería un amor verdadero? Y tampoco te animas a preguntarle, también te da miedo esa respuesta.

— Oh.

Alzo la mirada de ti y alejo su mano de tu mejilla.

— Tengo que hacerte de desayunar además...

Soltaste una risa divertida cuando el toco la punta de tu nariz con uno de sus dedos.

— Tú tienes que cambiarte.

Te sentaste en el sillón, viste a Matt pasar frente de ti. Por ahora no pensarás mucho en eso, ignoraras otra vez este problema como lo habías hecho desde que llegó, no querías arreglar ese problema, te daba miedo hacerlo.

Te levantaste para ir a tu cuarto, te ibas a cambiar y ponerte algo cómodo, no crees salir hoy, tampoco crees que matt pida salir, lo dudas mucho.

(...)

Miraste a Matt intentando quitar una pieza del Jenga, lo había encontrado Matt en algunas de sus limpiezas.

Viste como saco la punta de su lengua mientras sacaba con cuidado la pieza, la torre se tambaleó hacia los lados pero no sé cayó, cuando saco la pieza, antes que pudiera celebrar la torre se cayó hacia un lado haciendo que las piezas se regaran por la mesa y algunas cayeran al piso.

Te reíste cuando soltó un quejido frustrado y dejó caer la pieza con algo de enojó, te tapaste la boca cuando te miro intentando no reír.

— Odio este juego.

Soltaste otra risa por lo dicho y con más calma hablaste.

— Tu dijiste que quería jugar este juego porque se veía interesante, divertido y te parecía curioso.

Abrió la boca para protestar pero la cerro de golpe con enojo, luego te saco la lengua, te reíste y también le sacaste la lengua.

— Eres un mal perdedor.

Recogiste las piezas que estaban en el piso solo para escuchar una queja de el.

— No lo soy, no sé de qué hablas.

Se cruzó de brazos unos segundos, lo miraste unos segundos para luego verlo bajar sus brazos.

— Tal vez, solo un poco.

— ¿Un poco? Aporreaste esa pieza con tanta agresividad, ¡Pensé que ibas a romper la mesa!

Hablaste burlona mientras hacías gestos exagerados, este empezó a tener un color carmesí en sus mejillas y sus orejas, no sabes porque exactamente si era vergüenza o enojo pero era divertido molestarlo.

— Bien, si quieres podemos jugar uno. Me preguntó porque tengo tantos juegos tan viejos.

— ¿Por qué no limpias tu casa?

Lo miraste con los ojos entre cerrados, el solo te saco la lengua ante eso.

— Muy bien Matt, te ganaste una humillante derrota en uno.

Lo viste reíste haciendo que lo miraras divertida pero fingiste ofensa.

— ¡Quiero verte intentarlo!

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