Una historia que como su nombre dice se siente...
HopeV
Historia 100% mía, no copia ni adaptaciones.
Publicada:14 de septiembre del 2024
Terminada: 14 de septiembre del 2024
Cuarta historia de su servidora.
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Taehyung ve sintiendo un nudo en la garganta y un cuchillazo en el pecho al chico pelinegro del que se ha enamorado ser besado por la chica del que todos de repente hablan como "hija de un gran empresario". Quiere gritar tan fuerte, pero su garganta se siente seca; quiere salir corriendo y jamás volver, pero prefiere quedarse a presenciar aquella escena para poder olvidar a su amorío fallido lo más pronto posible.
—Deja de ver ahí — habla su amigo rubio a su lado.
Él no obedece, el sigue viendo fijamente como otros labios se comen a los que le fascinan.
—No, soy fuerte, muy fuerte —. Su voz cae cada vez más hasta volverse imperceptible—. ¿Por qué si ya lo sabe Soobin, me hace esto?
—Es porque es un grandísimo idiota—. Y esa respuesta no lo convence para nada—. Tae, lo has visto besarse hasta en la parada del autobús, ellos no tienen vergüenza, tú debes dejarlos a ellos, solo te hieren.
Su garganta la siente contraerse horriblemente, quiere agua, pero sabe que si la bebe se ahogaría con el primer sorbo.
Más tarde, en los baños, Taehyung sale arreglando las mangas de su abrigo verde, al tener los ojos pendientes al suelo rápido se da cuenta de que hay unos zapatos conocidos frente a él. Por ello se detiene en seco sintiéndose una presa, una ardilla junto a un león, hay tantas emociones encendidas dentro como fuera de él que está abrumado y hasta a punto de desfallecer.
Ambos se miran por unos cortos segundos, segundos donde el tiempo está muerto, donde no hay voces ni más personas, solo ellos dos dentro de una burbuja que pronto estallará y desaparecerá.
A Hoseok pronto le pican los ojos por aguantarse el llanto que quiere sacar a luz al ver esos ojitos claros que tan bonitos son ensombrecidos, cuando piensa mover sus labios para siquiera emitir un saludo, la burbuja que los envuelve se desvanece y el pequeño se retira veloz dejándolo con la palabra en la boca y con unas ganas terribles de correr hacia él, detenerlo, llorar en su regazo mientras sus pálidas manos se envuelven en sus mechones negros y después besarlo por todas partes pidiendo un perdón.
«No, no te vayas, por favor. No me dejes»
Él sabe que no puede hacer ni decir nada porque si extiende sus alas rotas para querer escapar, se la cortarían de inmediato, le encadenarían para siempre hasta que sea uno mismo con la naturaleza. Por ello se limpia veloz las lágrimas que se le han escapado hasta empapar sus mejillas y mejor se va detrás de los salones para llorar libre y sincero como no lo puede hacer en ningún otro lugar.
[...]
Taehyung recuerda estando sentado en las escaleras los momentos en que veía a un atractivo pelinegro sentarse cerca haciendo dibujitos en una libreta de pasta gruesa y verduzca como la hierba fresca de los veranos, sus lágrimas caen como si fuese un tejado con orificios donde se filtra el agua en un día lluvioso, extraña a Hoseok ahora que él está en segundo y aquel chico de tercero ya no está más a su alrededor.
—No merece ni una lágrima tuya.
—Calla, Soobin, por favor.
Y así se la pasa los días, recordando los momentos en que ellos dos eran extraños, en donde podían verse sin ningún compromiso ni agonía, antes de que fuese descubierto como autor de aquella carta de confesión enviada.
«Desearía poder verte, aunque sea sólo por un día»
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NamhoArt.
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