Capítulo 01: ¿Un humano con un Inmortal?

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Espadas chocando entre sí. Sangre escurriéndose del filo brillante, y un sin fín de sombras Demoníacas cayendo una tras otra, seguido de sus dueños; la gente del Reino Demoníaco.

El Reino Demoníaco era el Reino más poderoso de los tres Reinos existentes. El Reino del Cielo, deseoso de obtener todo el poder, había invadido sin más el territorio de la oscuridad. Se había iniciado una gran Guerra que determinaría que Reino quedaría al mandado absoluto, entre todas las vidas; en todos los miles de años que seguirían.

Su Excelencia; Song JiuYing, odiaba a los Demonios. No hacía falta mencionar quién era la causante de tan fatidíca Guerra, ¿verdad?

Wang YiBo y Wang DaLu, dos hermanos Inmortales. Uno, la Deidad del Fuego, el poderoso Fénix del Reino del Cielo, y el otro; el Dios de las Bestias. El príncipe mayor. Ambos luchaban espalda con espalda, danzando el filo de sus espadas en el aire mientras cada uno de los Demonios íban cayendo, vencidos ante ellos.

—¡DaLu! ¡Cuidado!—. Expresó Wang YiBo, habiéndose dado la vuelta. Pudo ver con horror cómo una de aquellas sombras que volaba por los aires estaba dispuesta a poseerlo. La empuñadura de su espada fue apretada con mucha fuerza; la impregnó de toda su Energía Espíritual y atravesó al Demonio con ella.

Aunque a Wang YiBo la Guerra le parecíera absurda, no podía negarse ante la petición de Su Excelencia; su madre. Él no tenía envídia hacía el Reino Demoníaco. No sentía que fuese necesario acabar con ellos de tal forma para hacerse el mandato mayor. Eran el Reino del Cielo, y eso bastaba.

—¡DaLu!, ¡¿qué ganamos asesinando a quiénes en algún momento fueron nuestros amigos?!

Pero, ciertamente, Wang DaLu era todo lo contrario a YiBo. Wang DaLu tenía los mismos deseos de su madre. La Familia de Inmortales no podría creer si alguien les decía que el Príncipe Mayor quería acabar rotundamente con el Fénix, Wang YiBo.

—¡Wang YiBo!— Gritó Wang DaLu. Sólo había sido un grito fuerte para distraerlo. Ni siquiera había prestado atención a lo que el Fénix dijo.

Habían estado luchando por mucho tiempo y esa era una perfecta manera de hacer creer a Wang YiBo que estaba perdiendo Energía Espíritual. El Fénix estaba muy lejos de él; pero aún habían Demonios con los que estaban luchando sin parar.

El cielo era cubierto por una gruesa capa de nubes negras. Relámpagos verdosos y rayos rojos sonaban y rugían ante la Guerra. El territorio de los Demonios estaba siendo poco a poco acabado por los invasores del Reino Celestial. De pronto, una lluvia comenzó a caer. Aguas verdosas caían del oscuro cielo, impregnándose en la piel de los que peleaban y azotándose en el suelo.

—¡Feng Cong!

Feng Cong, su General volteó. Su rostro empapado de sangre y sus ropajes daban la impresión de no haber parado en ningún momento de pelear. Wang DaLu sonrió con superioridad, mientras miraba detrás de Feng Cong a su hermano, de espaldas hacía ellos. Wang YiBo batallaba con tres Demonios en un sólo momento, cansado.

Wang DaLu, de repente tiró su espada al suelo. Feng Cong entendió. El arma que utilizaba también fue lanzada al piso con aguas verdes y, después dirigió un brazo hacía su espalda, por encima de su hombro. Wang DaLu miró excitado y deseoso la Espada de Fuego Inmortal. Aquella arma, sólo podía ser utilizada para arrebatar la Inmortalidad de una Deidad; un arma utilizada en las Guerras sólo por Su Majestad, Wang ZiaoHang, el padre del par de hermanos.

Fall The Inmortality Of Love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora