Capítulo 34: Las puertas abiertas del Abismo.

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—Su Alteza... han invadido al Cielo— Xuan Lu miró a Yang Zi estar pérdida en sí misma. Pensó en lo mucho que pensaba y se sintió mal por ella— A-Yang— llamó, inclinándose— el alma del Guardián ha sido fragmentada por él mismo; no ha muerto, A-Yang. Tardará, sí, pero volverá y todo será cómo antes.

—...Lo sé. Es sólo que es difícil después verlo perecer casi frente a mí— inevitablemente, bufó— ahora puedo entender a mi A-Zhan.

Xuan Lu abrió la boca para decir algo, que quedó en el olvído en cuánto las puertas del cuarto de Yang Zi se abríeron con ímpetu y rápidez. LingHe entró a toda prisa, despavorido y aún emanando esa Energía oscura detrás suyo. Parecía que apenas había logrado volver a su forma original después de haber ído al Cielo cómo un cuervo.

LingHe se dejó caer de rodíllas enfrente de Yang Zi, la cuál, lo hizo que se levantase sin más.

—¿Qué ha pasado? ¿Por qué volviste hasta ahora?

El Demonio respiró hondo, pesado e incluso hasta considerarse exhausto.

—Ellos han quítado la voz de YiBo— vió las caras de las dos mujeres a sus costados. Enseguida supo lo que estaban pensando, era lo mismo que él— me temo que al haberle hecho eso... tendrán la ventaja necesaria para acabar con A-Xing.

—LingHe, ¿dónde estuvíste en la noche?

—Wang DaLu ha puesto la barrera entre los Reinos nuevamente.

—¿Qué?

LingHe asintió.

—Estuve en el Bosque Maldito cuándo volví aquí— dijo— sabemos que durante éstos catorce años Wang DaLu se cultivó tanto hasta llegar a sobrepasar en fuerza a Xiao Zhan... así que logró reestablecer la barrera, pero ésta sólo rodea al Cielo. Es decir...

—Nadie puede entrar al Cielo...— Xuan Lu interrumpió.

—Así es— suspiró— a menos de que se use un Arma Inmortal, o la barrera se rompa nuevamente para pasar desapercibidos— LingHe entró en desesperación. Mientras ellos estaban ahí hablando, en el Reino Celestial ya estaban torturando a su pequeño sobrino— la Guerra está comenzando. Mi sobrino...

Yang Zi frunció las cejas.

—La Energía Resentida...

—No. No tenemos rencor alguno— intervino LingHe— YiBo juntó Energía Resentida durante los catorce años que estuvo encerrado, y fue tanta que con ella logró salir e ir al Reino Mortal— informó— eso no funciona con nosotros. Si tratamos de acumularla, llegaremos al Cielo muchísimo tiempo después de ésta Guerra.

Xuan Lu entonces suspiró. Sin que su Reina y el Demonio se diesen cuenta, pasó sus dedos por el filo de su Espada hasta que sangraran, y se los extendió.

—La única forma es rompiendo la barrera— dijo. Sus dedos ya le sangraban más, ella siseó de dolor— y para ello se necesitan los años de Inmortalidad de alguien.

—A-Lu..

Con su cabeza, negó.

—Utiliza la mía— dijo— seré un Demonio sin Inmortalidad por un par de años, puedo volver a obtenerla— sonrió. Del corte empezó a salir una gran cantidad de su Energía Demoníaca— mi Reina, no pierdas tiempo. Ésta es la única forma en la que podemos llegar al Cielo, y enfrentarlos con ellos.

Mientras en el Reino Demoníaco tres personas compartían una breve sonrísa, apurándose para romper la barrera, en el Reino del Cielo lo único que se compartía era el sufrimiento.

Fall The Inmortality Of Love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora