Katrina Wayne: Asunto de Familia

CARTA A MI AMOR

Dick llevaba más de 20 minutos mirando una de las cartas que Katrina le había escrito hacía un tiempo, cuando ella aún estaba en Moscú.

Las había guardado todas y cada una de ellas en un cofre que por alguna extraña razón se salvó de la destrucción de Monte Justicia

Tomó un bolígrafo y una hoja del segundo cajón del escritorio y comenzó a escribir su última carta...

Querida Katrina,

Hace ya bastante tiempo me preguntaste a dónde pertenecía y aunque lo dijiste de forma sarcástica, en el fondo fue algo que siempre me pregunté. Yendo y viniendo de todos lados y hacia muchos más. Jamás sentí que perteneciera tanto a algún lugar como contigo.

Las risas, las misiones, los llantos y las desilusiones, todo el paquete, todas las aventuras. Katrina Wayne siempre significó un potencial peligro hacia mi vida y jamás dudé ni un segundo de que te seguiría hasta el final del universo.

Crecimos y ambos nos dimos por hecho hasta que nos separamos por tanto tiempo y cada vez nos veíamos menos y yo sentía que cada vez estabas más lejos y me sentía tan perdido, tan vacío. Pero cada vez que regresabas, que me buscabas, que te veía y que sonreías; cada vez que eso pasaba me sentía en paz y creía que todo había valido la pena.

Ahora siento que todo lo perdí y que la vida nos ha quitado tanto que ya ni siquiera sé si todo el esfuerzo sirvió de algo. Todos siempre dicen "Los verdaderos héroes hacen sacrificios" pero, ¿Por qué siempre somos nosotros los que perdemos? Perdemos batallas, perdemos amigos, perdemos familia y todo para el bien mayor.

Durante un tiempo consideré aceptar tu oferta de dirigir la Liga de Asesinos y alejarnos de todos los que conocíamos, pero no pude. No fui tan valiente como tú.

A pesar de todo lo perdido y lo no recuperado, no cambiaría nada de todo lo que pasó. No cambiaría ni una sola acción, ni una sola palabra, porque todo eso me llevó a ti y confío, con todo mi corazón que todo lo que está por venir me volverá a llevar a ti.

Ahora sólo me queda ver crecer a nuestros pequeños y enseñarles todo lo que tu me enseñaste a mi.

Tal vez no tuvimos un final feliz, pero todo el tiempo que pasé junto a ti, todos los recuerdos que tengo a tu lado, hacen que valga la pena. La vida es muy corta para amarte en una sola, así que, sabiendo que ya no volveré a verte en esta, te prometo, amor mío, que te encontraré en la que sigue.

Siempre tuyo, Richard.