Memories of a Wayne: Gabrielle

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Base de la Liga de Asesinos en Bagdad

16 de octubre de 2005

8:16 p.m.

-Madre, ¿Por qué no podemos vivir contigo?-

Preguntó una pequeña de cabellos cafés y ojos verdes

Su madre detuvo por un momento el cepillo con el que desenredaba el cabello castaño

-Verás cariño, yo realmente quiero que ustedes vivan conmigo. Pero el abuelo considera que su entrenamiento debe continuar en Moscú-

-Entonces, ¿El abuelo no quiere que vivamos contigo?- preguntó inocente

-No es eso cariño... En realidad, yo también creo que su entrenamiento será mejor en Moscú. Y eso no quiere decir que no los quiera a ambos aquí-

Terimnó de atar el cabello de la niña en una trenza y le dio un dulce beso en la mejilla

-Sabes que te amo, ¿Verdad?-

-¿Tanto como el Sol a la Luna?- preguntó

-Tanto como el Sol a la Luna- afirmó su madre -¿Quieres oír la historia de nuevo?- preguntó al ver la mirada de la niña

-¡Si!- dijo con emoción, pero se dio cuenta de su error y volvió a su educada postura –Es decir, me encantaría, Madre-

La mayor rió un poco y tomó su rostro entre sus manos

-No tienes que ocultar tus sentimientos conmigo, cielo. Aquí es un lugar seguro- dijo con una suavidad que hizo que la pequeña Gabrielle recargara su rostro contra sus manos y luego la abrazó

-¿Puedo llamar a Damian?- preguntó con alegría

-Yo daba por hecho que lo harías-

Ante la respuesta afirmativa de su madre, la pequeña corrió hasta dos habitaciones más y abrió la puerta sin cuidado

-¡Dami! Mamá nos contará la historia del Sol y la Luna- gritó con emoción

-Prima, debes controlar tu emoción. Recuérdalo-

Gabrielle tomó sus manos del mismo modo que su madre había tomado su rostro y repitió

-Damian, No tienes qué ocultar tus sentimientos aquí, este es un lugar seguro-

El pequeño niño la miró extrañado, pero realmente no quería pensar mucho, así que hizo lo que ella decía

-¡Vamos!- dijo saltando de la cama

Damian jaló la mano de su prima y corrieron juntos por el pasillo hasta la habitación de la adulta

-¡Hola tía Nyssa!- Saludó el menor

-¡Cuénta la historia mami!- pedía Gabrielle emocionada

-Primero, acomódense bien, tápense bien, recuerden que hará frío en la noche- dijo ella arropándolos y haciendo algunas cosquillas en sus pancitas

Los vió a ambos listos para escuchar la historia y miró con adoración sus pequeños rostros

Érase una vez, hace miles de años, las Estrellas organizaron una fiesta para celebrar el nacimiento de Venus, la estrella más brillante nacida hasta hoy en día.

Para la celebración, todos tomaron sus formas humanas. Hombres y Mujeres en vestidos y trajes elegantes, todos con antifaces.

A la fiesta, fue invitada la Luna, quien, solitaria y abatida, tomó la forma de un hombre.

Katrina Wayne: Asunto de FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora