Capítulo 6: Día en La Mansión Wayne

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-¿Qué sucede?- preguntó Katrina algo nerviosa

-Eso mismo quiero saber- Dijo Bruce sentándose en su silla

-No se de qué estás hablando-

-Katrina, por favor. Sólo quiero hacerte unas preguntas-

La chica suspiró derrotada y se sentó recta en la silla frente al escritorio

-Necesito que seas totalmente honesta con lo que te voy a preguntar, ¿De acuerdo?-

Kat solo asintió con el ceño fruncido. Tantas opciones de temas de conversación y sabía dentro de ella que ninguno sería el correcto...

-¿Cómo te trataban en Moscú?-

-Eran muy... estrictos-

-Este es un tema serio, por favor respóndeme bien ¿sí?- Kat lo miró esperando su argumento –Desde que llegaste he visto ciertas actitudes que sinceramente me causan mucha duda, confusión y, en caso de ser correcta mi suposición, mucha impotencia...-

Ella volvió a asentir y esperó a que su padre continuara. Bruce se acomodó en su asiento para la difícil pregunta que iba a hacer

-Katrina, ¿Ra's te tocaba en partes... que no debía?-

Katrina se levantó de su asiento totalmente alarmada y se alejó un par de pasos con dirección a la salida

-Ra's Al Ghul no es esa clase de hombre- 

Habló firme la chica defendiendo al que, irónicamente fue su defensor de aquél lugar

-Siempre me trató bien, incluso cuando fui a esas montañas la primera vez. Cuando él no quería nada de mí y yo necesitaba todo de él-

-Entonces necesito que me digas qué sucedía en la Base de la Liga para que no quieras ni acercarte a tu propio padre...- Dijo más dolido que molesto

Katrina se lo pensó varias veces, hasta que rompió en llanto

-¡No pasaba nada! Y si fuera así, no es la manera de acercarse a quien podría o no ser víctima de abuso-

-Dime la verdad, cariño. De verdad sólo quiero ayudarte...-

Katrina miraba por la ventana de aquella oficina. Entraba muy poca luz de entre las cortinas a pesar de no estar completamente cerradas. 

Dudaba, siempre dudaba antes de decir algo a su padre. Algo en ella no le permitía abrirse como él siempre le aseguró que podía. Ella confiaría su vida a su padre, pero no sus secretos.

Ya había crecido, ya no era una niña ni una adolescente. Tenía 20 años y era momento de empezar a deshacerse de las cargas emocionales y las barreras que ella misma ponía con sus seres queridos.

Tomó asiento nuevamente y trató de aclarar sus ideas antes de comenzar a hablar

-Talia se hacía cargo de los chicos la mayor parte del tiempo ellos entrenaban en Bagdad con Talia y Dusan. Yo entrenaba con Ra's y Nyssa, así que no los veía siempre, pero sí más a menudo que ellos. Viajaba a verlos constantemente y algunas veces me quedaba un par de días-

No miraba directamente a su padre, más bien, evitaba su mirada a toda costa, miraba al suelo, a la ventana, sus manos, los papeles sobre su escritorio y ocasionalmente y por milésimas de segundo lo miraba a él para comprobar que, efectivamente él si la miraba a ella

-Fue sólo una vez. La primera vez que fui a Bagdad hace casi 3 meses-

Bruce cerró los ojos soltando el aire que tenía dentro. Acercó sus manos a su rostro tallando la piel tratando de calmar su angustia

Katrina Wayne: Asunto de FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora