_Your Hugs.._ [Mark x Cesar] (MC)

*Capítulo #6*

El mismo médico de antes entró a la habitación tiempo después. Era hora de que Mark se vaya.

-Joven, el tiempo de visita terminó.

Mark levantó la cabeza observando al doctor con terror.

-E-Espere, no puedo ni quiero dejarlo solo..

-Sé que es difícil.. pero créame, él va a estar bien.

El doctor se acercaba al castaño con seguridad.

-¡N-No! ¡No pienso dejarlo!

El ojimarrón solo apretó más fuerte la mano de César y con la otra le agarró el brazo.

-Podrá visitarlo otros días.

El médico puso su mano en el hombro del contrario pero este lo alejó rápidamente. Cualquiera estallaría de la poca paciencia que uno tendría pero el seño se mantuvo paciente.

-¡No quiero dejarlo, porfavor!

-Cálmese por favor. Su amigo tiene que descansar. Nosotros lo cuidaremos bien.

-P-Pero yo-

Mark se calló y volteó a ver a César con angustia para luego finalmente soltarlo.

Se paró de la silla y salió por la puerta.

Corrió por todo el hospital con lágrimas en los ojos hasta llegar a la puerta principal y salió para subir a su auto. Dió vuelta la llave y arrancó.

Mientras manejaba se preguntaba.. ¿Cómo es que pasó de estar hablando con César tan felizmente por llamada a estar acostado en una cama de hospital en coma?

Y también se preguntaba ¿Si quiera iba a despertar?

Honestamente sentía como si le hubieran arrancado gran parte de su corazón. Y eso que no lo había perdido del todo aún. Pero no quería perderlo. No podía.

-Dios... ¿Qué te hice para que me castigues así?..

Llegó a su casa y se bajó del auto para abrir la puerta.

La cerró y fué directamente a su habitación para luego cerrar la puerta y tirarse en su cama.

Empezó a llorar otra vez. Se estaba muriendo de hambre y de sed. Y ni siquiera se había ido a dar una ducha para quitarse toda la sangre y lavar su ropa. Pero ya no importaba. Nada importaba.

Miró su muñeca y vió la pulsera. Con eso se sintió peor. Todo era repugnante para él.

¿Por qué tenía que pasarle esto a él? ¿Por qué?

La vida parecía que lo odiaba más que a otra gente. Ahora iba a estar meses vacío. Como esos momentos antes de conocer a su mejor amigo. Su %100.

Durante los días Mark comía y tomaba muy poco. Ya no se presentaba en la escuela. Se la pasaba horas en su habitación llorando, maldiciendo a todos, maldiciéndose a él mismo.

Todos los días escribía en su libreta rezándole a Dios para que el otro despertara pronto. Su hermana y su madre de vez en cuando se presentaban en su casa para que al menos no estuviera solo. Pero aún así, se seguía sintiendo devastado.

Eso sí, todos los días a la misma hora iba a visitar a César y se quedaba contándole recuerdos cuando ellos 2 eran niños. Como esa vez en la que el pelinegro se acercó por primera vez a su contrario porque veía que estaba solo, o cuando cada vez que César asustaba a Mark cuando se reencontraban en los recreos.

Tambien le dejaba flores y cartas algunas veces.

Lo que más le dolía era irse. Pero tenía que ser paciente.