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Han pasado algunos días, los chicos lo visitaban frecuentemente y ayudaban en sus tareas.

Sus clases iban normales a excepción de que en trabajos grupales nunca se pudo hacer con Han, el chico no lo dejaba y se hacía con alguien más o incluso solo , eso extraño a Felix, creyó que su amigo estaba enojado con él, pero cuando iba a su casa siempre lo tenía encima y molestando a Minho con ello.

En los recesos se sentaba en una de las mesas, exactamente en la mesa de ellos, él era el primero en llegar y al rato llegaban todos sus amigos, nadie más se hacía ahí.

Antes de llegar a la escuela siempre compraba chocolates para todos pero se le olvidaba entregárselos por lo que cuando ellos iban de visita se los daba.

Sus padres mantenían a su pendiente, justo ese día tenía cita con su doctor, le quitaría el yeso y comenzaría con su terapia para hacer el movimiento de su pie más ágil.

— Estás listo, Felix? — pregunto su madre quien ya estaba lista para salir, el enor grito un sí desde su habitación y su padre subió para ayudarlo a bajar.

El menor insistía en que podía bajar las escaleras solo pero sus padres ni sus amigos lo dejaban hacerlo.

Su padre lo bajo y lo dejo en el auto, de ahí los mayores subieron, y su recorrido hacia el hospital comenzó.

El doctor ya le había quitado el Yeso, Felix quiso conservar este que aún estaba firmado por sus amigos y los mayores no me negaron aquello.

— Bueno Felix, la otra semana comenzarás tus terapias, ese día te dirán cuántas veces tienes que ir, aunque te veo muy bien y es posible que solo necesites ir dos veces, por ahora usa las muletas y ya estás libre, tu recuperación fue muy fácil — le sonrió el doctor y Felix feliz le devolvió la sonrisa.

— Tengo que llevar algo?

— No tu solo ve y pasa tu documento, di que vas por una cita con el doctor que te asignen ahora y ya está  — los Lee asintieron entendiendo, sus terapias serían en un hospital especializado en eso, por lo que no vería más al doctor que lo estaba atendiendo en ese momento.

— Muchas gracias doctor, me ayudó mucho con mi recuperación, gracias por atenderme — Felix inclino su cabeza y un poco su cuerpo, en serio estaba agradecido, si no fuera por él tal vez no tuviera vida en ese momento y no vería a ninguna de sus personas favoritas.

— No te preocupes, fue fácil tratar contigo, eres un chico que sana rápido.

Luego de eso tuvieron que llenar algunos papeles, la enfermera se encargó de darle los nuevos documentos para sus terapias y de ahí salieron, decidieron que irían a comer algo por lo que Felix junto a sus padres se dirigieron a un restaurante.

Hablaron de muchas cosas, el trabajo de ambos mayores estaba complicado por lo que no estaban muy al pendiente de lo que sucedía en la casa, confiaban mucho en su hijo así que tampoco les preocupaba.

Al ya estar en casa sus padres se fueron a dormir y él de igual forma, antes no pudo evitar llamar a su novio para hablar con el, le contó sobre todo lo que el doctor le dijo y el cómo ya no tenía su yeso, también le dijo que lo tenía guardado en su habitación ya que no quería deshacerse de sus firmas, le parecían muy graciosas y lindas.

Minho por su lado le hablo de lo que había hecho, sobre su madre y los hermosos gatitos que tenían como hijos. Ambos se entretenían mientras hablaban, su amor crecía cada vez más, cada palabra, cada suspiro, cada risa, la simple existencia de cada uno hacia que su amor fuera más grande.

 Ambos se entretenían mientras hablaban, su amor crecía cada vez más, cada palabra, cada suspiro, cada risa, la simple existencia de cada uno hacia que su amor fuera más grande

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𝐘𝐨𝐮 𝐚𝐧𝐝 𝐌𝐞 - ᴹⁱⁿᴸⁱˣ - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora