4: La maldición de un Omega

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*Gemidos*

A-ajax, duele, ve más despacio.

— ¿No era lo que querías? No vengas a quejarte ahora Thoper.

Ajax penetraba al menor, jalando de su cabello con brusquedad, y embistiendo sin un gramo de delicadeza, para luego correrse dentro de el.

Colocándose la ropa, para luego levantarse de la cama, dirigiéndose hacia un pequeño refrigerador que había en la habitación, toma una caja de cerveza, retirando una de ellas y sentandose en el sofá, en silencio, mirando a la nada.

Xavier se pone de pie, adolorido, y con muchas marcas de color carmesí en su espalda y pecho, sale de la cama para dirigirse al baño y asearse. El y Ajax habían estado teniendo esta clase de encuentros desde hace mucho tiempo, incluso luego de conocer a Enid, los mantuvieron, pero, desde que Merlina y Enid eran una pareja fingida, Ajax se había vuelto más insistente con forme pasaban los días para que aumentarán el número de veces que lo hacían a la semana.

— Otra vez estoy sangrando — El chico suspira, para luego continuar con su baño, mientras que el agua que se arrastraba hasta el drenaje iba acompañada de un notable tinte rojo.

Sale de la ducha, caminando hasta el closet para tomar algo de ropa limpia, y luego sentarse algo alejado de el sitio donde se encontraba Ajax.

— Después de todo creo que sí voy a colaborar con ella — Dice Ajax, llevando la botella a sus labios.

— ¿Con Alisa? — Pregunta el menor, mientras apretaba el borde de su sudadera.

— Pues claro imbesil, ¿Con quién más? — Ajax terminó su botella, colocándola en la mesa, para luego tomar otra de las tantas botellas cerradas que había a su lado — Me ofreció un trato bastante tentador, y tú vas a ayudarme.

Ajax lo mira, con sus ojos segados por una abrumadora ira, haciendo que el más pequeño trague fuerte, asustado, sentía como su lobo interno sé acobardaba ante la presión que ejercía el beta, y solo asintió luego de un tiempo.

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Un tiempo después, a Xavier se le fue entregado un frasco, que era parte de el plan, pero tras escuchar para que servía, protesto, con temor, pero lo hizo.

— ¿No te parece que esto está mal? — Pregunta, mirando el frasco, y aterrado de el chico más alto — No creo que sea necesario llegar a este extrem...

Ajax lo golpea, derribando al chico, quien se da fuerte en la espalda con una pequeña mesa al caer.

El más alto lo toma de el cuello, asfixiando al menor, para golpearlo de nuevo.

— !!Cierra la puta boca Xavier!! !!Solo tienes que hacer lo que digo y nada más!!.

El rostro de el menor empezaba a tornarse rojo, a causa de la falta de aire, con dos claros hematomas formándose en su cara. El celular de Ajax sonaba, en la pantalla se notaba el nombre de “otra zorra” llamando.

Ajax lo suelta, para luego tomar sus cosas, y mientras le da una mirada de muerte al chico, se marcha de el lugar.

Respirando profundo, el menor solo lleva sus rodillas hasta su pecho, abrazando sus piernas en posición fetal, mientras evitaba a toda costa llorar por el miedo, intentando pensar en cosas felices, que pudieran calmar a su corazón. Mira hacia el frasco sobre la mesa, tomando este, y agregando un componente más en la fórmula.

El día de el ataque, fue él quien lo hizo, con una línea bien ensayada en su cabeza para no salirse de el papel, pero muy asustado, así, que cuando Enid se golpeó la cabeza con la pared en un intento por alejarse ante su proximidad, aprovecho para aplicar aquella mezcla del frasco en su nuca, mirándola, con algo de tristeza.

Garras 🖤 Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora