|O3|

1.3K 133 28
                                    



Tu madre había invitado a toda la familia y amigos a pasar la noche. No les había dado ni un día de descanso.

Cuando le habías preguntado por qué los había invitado a todos, tu madre dijo que ella quería que todos supieran que los apoyaban, pero una pequeña voz en tu cabeza te decía que quizás estaba poniéndote al límite para ver qué pasaba.

Tu madre era astuta.

No podías descuidarte.

De todos modos agradecías el gesto. Pero tu madre -para variar- había elegido el peor momento para mostrar su "apoyo".

Las cosas con Minho estaban sobre arena movediza. Y es que después de la pequeña crisis de hace unas horas cada uno había elegido hacer como si el otro no existiera, a pesar de haber pasado el mayor tiempo uno al lado del otro.

Minho se había puesto a ver videos en YouTube, mientras que vos te pusiste a ver una serie en tu celular.

Un par de horas después comenzaste a escuchar el sonido de autos, voces, risas, y para cuando menos te habías dado cuenta la quinta estaba repleta, no solo por la familia de tu padre, sino también de tu madre, y hasta su mejor amiga, esposo e hija -sí, con la que hacía unos días te querían comprometer-.

¿Podría ser más incómodo?

Sí.

Cuando tu madre comento que Minho no estaba allí en calidad de amigo, sino como pareja tuya, el silencio que le siguió a esa confesión fue aterrador.

Nadie dijo nada fuera de lugar, pero sentiste como más de un familiar les miró como si de repente tuvieran una enfermedad contagiosa. Los miraban juzgándolos, como si ustedes fueran unos irresponsables que salían a esparcir un "virus" letal, en lugar de estar aislados.

Sentías la tensión y la presión en tus hombros. Era como si te estuvieras ahogando.

Así que hiciste lo que haría cualquier ser humano racional cuando se encontraba frente a una situación incómoda: tomar malas decisiones.

Te llevaste un vino recién abierto en una mano, una copa en la otra, y te sentaste en los sillones de exterior, dejando que sea el alcohol el que se ocupará de mejorar la situación.

Minho por otro lado no se veía incómodo. Es más, parecía que realmente no le importaba, y si te ponías a pensar, nunca tendría por qué importarle, si a fin de cuentas no era su familia la que lo miraba de manera desaprobatoria -ni eran una pareja de verdad-.

En lo que duro la primer botella de vino, el pelinaranja te acompaño con su presencia física, pero siempre pendiente del celular, ya que estaba viendo un anime. Pero cuando te levantaste para ir a buscar y abrir una segunda botella, al volver al mismo lugar, él ya no estaba al lado tuyo.

Ahora te encontrabas solo, sentado en aquel sillón, y como si no bastará con ver la mirada de asco que algunos familiares te dirigían -de modo muy poco disimulado-, para empeorar las cosas, también tenías que ver como Minho hablaba con Yuna -sí, esa Yuna, tu "futura esposa" si toda esta farsa salía mal y tu madre se enteraba-, siendo todo encanto mientras ella prácticamente se derretía mirándolo.

Te irritaba, y es que de alguna manera te hacía sentir que la historia se volvía a repetir.

- Lo bueno es que no te podes poner celoso por una chica - escuchas una voz al lado tuyo, y ahora tenías a tu prima Yeji sentada al lado tuyo - por cierto, ¿felicidades por salir del closet? ¿Eso se felicita? - pregunto haciendo una expresión de confusión.

- Que se yo... por cierto, me gustaba más como te quedaba el pelo negro - dices luego de mirar su cabello ahora rubio, para luego beber un sorbo de la copa del vino.

Novio Falso - HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora