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El problema no era que hubieran estado teniendo sexo durante todos los días que restaron en la quinta.

El problema era que hacía solo un día que habían vuelto de las "mini vacaciones familiares", y ya te encontrabas de pie frente a la puerta del lado de afuera del departamento donde vivía Minho.

¿Por qué eras tan patético?

En tu defensa, no ibas para tener -de nuevo- sexo con Minho, sino que este era el día tan esperado por toda Latinoamérica unida - o algo así-, y es que por fin hoy se iban a volver a juntar los ocho -en realidad siete porque Seungmin aún no volvía-, después de ocho meses sin hacerlo.

Tal vez deberías jugar el ocho, ahora que lo pensabas.

En fin. Hoy era el famoso día.

Y a pesar de haber confirmado tu asistencia, aun no habías tocado para dar aviso de tu llegada porque te habías sentido cohibido luego de oír las fuertes carcajadas que venían del interior.

La verdad sea dicha. No te sentías preparado para verlos a todos; para estar con todos.

Mierda. Solo querías irte.

Sabes que no es justo, siendo que habías sido vos quien había dicho que estaba bien, que ya todo estaba bien.

Pero nada estaba bien.

Minho te había destruido, y Chan lo había apoyado. No era fácil olvidar eso. Aun cuando habías estado por cinco días metiendo tu pene en el culo de Minho como si fueran perros en celo, aun así no te sentías mejor, ni mucho menos más capacitado para volver a entablar un vínculo con ellos.

No eras idiota. Sabías que una parte tuya disfrutaba de tener sexo con Minho solo por el placer morboso que te generaba verlo llorar y suplicar debajo tuyo mientras te lo cogías sin delicadeza.

Eras demasiado consciente de cómo te gustaba verlo en algún punto vulnerable.

Por eso te sentías peor.

Realmente querías dar vuelta la página de verdad, y no fingir que lo habías hecho. Y...

Y...

Y vuelves al presente cuando escuchas las risas en el interior.

¿Que estabas haciendo allí Hyunjin?

Ellos estaban disfrutando de su compañía, y no querías arruinarlo. Conociéndote, seguramente lo harías.

Tampoco quieres entrar particularmente en ese departamento, porque la herida aún estaba fresca.

Así que, a pesar de saber que estabas quedando como un cobarde, por tu propia salud mental te diste la vuelta y te fuiste.

Querías estar en tu casa, bajo las sabanas de tu cama, solo, y no pensar más de la cuenta en todos los errores que estabas cometiendo.

Y si alguien te preguntaba, para ti, esconderte en tu habitación sí sonaba como un buen plan.

Habías puesto el celular en silencio cuando el primer mensaje de Felix apareció en pantalla, diciendo "¿Dónde estás hyunjinnie? ¿Te falta mucho?".

Al llegar a tu casa lo primero que hiciste fue ponerte la ropa más cómoda que tenías a mano y te dejaste caer sobre tu preciada cama.

Luego te lavarías la cara, y es que ahora te sentías muy perezoso.

Aun crees que invertir en la depilación definitiva en la zona de la barba había sido tu mejor idea en mucho tiempo. Haya atrás, muy lejos, quedaron aquellos tiempos donde tenías que rasurarte, algunas veces cortándote y otras haciéndolo mal por lo que se te irritaba la piel de la cara o te terminaban saliendo granitos.

Novio Falso - HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora