La herencia
Cuando Ron y Hermione entraron a la habitación de Harry en aquel confortable departamento que compartían después de terminar Hogwarts, tuvieron que esquivar ropa que volaba de todas partes del lugar hacia una maleta abierta sobre la cama. Mientras tanto, Harry se colocaba apresurado su suéter rojo preferido.
— ¿A dónde vas? —preguntó Hermione curiosa al mismo tiempo que se agachaba para no ser golpeada por un montón de calcetines que cruzaron la habitación con rapidez para enseguida acomodarse pulcramente sobre el interior del equipaje.
— A Francia. —respondió Harry sin voltear a mirarla, parecía muy emocionado y apurado.
El joven de ojos verdes se miró al espejo de cuerpo entero, suspiró viendo su rebelde cabello más alborotado que nunca luego de haberse metido el suéter por su cabeza. Tan solo lo acomodó un poco con los dedos antes de girarse a ver a sus dos mejores amigos y acentuar su sonrisa.
— ¡Snape me invitó!
Tanto Ron como Hermione se miraron entre sí comprendiendo el motivo del grado de excitación de su amigo. Ellos sabían que Harry estaba flechado por el profesor, y a base de mucho esfuerzo e insistencia había logrado vencer enormes barreras entre ellos para conseguir su amistad. Pero nada más. Así que, una invitación de ese calibre tenía que tenerlo bastante ilusionado.
— ¿Y a qué van? ¿Ya se te declaró? —cuestionó Ron ocupando un asiento en un rincón, así estaría a salvo de los proyectiles de ropa.
— Claro que no. —suspiró Harry sin desilusionarse—. Apareció un tío suyo del que no sabía de su existencia, acaba de fallecer y le dejó algunas propiedades. Me pidió que lo acompañara.
— Oh, que pena, Harry, ¿Snape está bien?
— Sí, Hermione, como te dije, no lo conocía. Era hermano o primo de su padre, sinceramente estaba muy emocionado cuando me invitó al viaje que apenas pude escuchar los detalles. En fin, Snape asegura que prefiere no ir solo, serán trámites tediosos, nada más, pero no importa si se trata de algo como eso, para mí es una gran oportunidad de pasar tiempo con él... y tratar de averiguar si puede sentir algo por mí.
— Obvio que sí. —opinó Ron—. Me parece que es sólo un pretexto para tenerte cerca.
Harry miró a su amigo con profundo cariño. No quería nada en el mundo más que conseguir que Snape correspondiera a sus sentimientos, pero el hecho que Ron le apoyara significaba demasiado para él. Terminó de empacar y cerró la maleta ayudado por su varita.
— ¿Regresarás a tiempo para nuestra boda? —quiso saber Hermione—. Recuerda que eres nuestro padrino.
— Aún falta más de una semana, te prometo que nada impedirá que llegue a tiempo.
— Yo te creo. —dijo Ron—. Pero no te olvides que si no apareces la boda se cancela.
— ¡Ronald! —chilló Hermione.
Ron se rió, y Hermione le lanzó una almohada antes de unirse a su risa. Eran vacaciones de fin de año, eligieron el último día de diciembre para casarse y así empezar el año siendo una pareja, tenían muchos planes para formar una familia algún día. Mientras tanto, ella empezaba su formación como funcionaria en el ministerio, y Ron, finalmente decidió abandonar su carrera como Auror pues desde que empezó a ayudar a George en su tienda se sintió más feliz, eso lo hizo ver cuál era realmente su camino, además de que económicamente vislumbraba un gran futuro.
— Bien, me voy ya. Snape me espera en el castillo.
Harry se despidió con un breve abrazo de sus dos amigos, para enseguida abrir su chimenea, arrojar por ella su pequeña maleta y desaparecer con rumbo al despacho de su ex profesor. Al quedarse solos, Ron respiró hondo mirando por la chimenea, ahora apagada.
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Friendzone
FanfictionLa boda de Ron y Hermione está muy próxima, Harry tiene que hacer un viaje con Snape que podría cambiar la vida del profesor dándole una nueva misión personal, y siente que tiene que estar con él para ayudarlo, esperando siempre en secreto poder lle...