| 8 𝙖𝙢 |

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     Habían pasado muchas cosas entre ellos. Prácticamente había caído en el encanto del pelirrojo. Nunca antes había amado a alguien como lo amo a el. Lo había amado como si se tratara de un dios. Pero por alguna razón no podía odiarlo.

     El amor era tan complicado, sufría y sufría por las jodidas cosas que hacía pero solo con una puta sonrisa o alguna gesto lindo terminaba ilusionandose de nuevo. Joder, quería ya borrarlo de su mente y conseguir a alguien más. Le dolía demasiado por todo lo que estaba pasando. Siempre estaba solo llorando por alguien que no lo merecía.

     Podía vivir una mentira por el resto de su vida si eso era necesario, pero siempre existiría la pregunta si pudo haberse conseguido a alguien más. Pero que más daba, sabía que siempre iba a estar ahí de pendejo para alguien que posiblemente. Nunca fue su intención ser odiado por el contrario. ¿Pero que carajo podía hacer?

     El fácilmente podría estar cogiendo con otra mientras el lloraba y maldecía. Sabía que lo único que podía hacer era darse por vencido, sacó su celular y llamo a su mejor amiga. Definitivamente necesitaba olvidarse de el, iban a beber hasta perder la conciencia probablemente. O iban a ir a alguna discoteca en la cual ambos harían cosas de las que luego se arrepentirian.

     No había tiempo de pensar, simplemente debía relajarse y dejar que pasará lo que tuviera que pasar. Y, ¿Quién sabe? Tal vez podía encontrarse a alguien que si lo valorará.

𝐏𝐥𝐚𝐜𝐞𝐬▮𝐂𝐡𝐢𝐬𝐜𝐚𝐫𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora