XIII

109 10 50
                                    

                                                            CAPITULO 13


Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.

                                                                                              Efesios 4:32 NTV



Golpeo suavemente la puerta y espero a que alguno de los Miller me abra.

-Mia! Al fin llegaste, pensamos que no ibas a volver.

-Buenas tardes Estela, ¿Debía volver? -pregunto dudosa

-Obvio que si querida, pasa pasa.

Entro a su casa y me encuentro con Peter papá de Matías, sentado en la mesa con su computadora, muy atento, pero cuando me escucha levanta la mirada y me sonríe.

-Mia, te estábamos esperando.

-¿Ves?- dice Estela

-Esta bien, te creo- me acerco para saludar a Peter y me siento al frente de él, dejando mi mochila en el sillón.

-¿Qué hace aquí tan temprano?

- Hoy terminé antes y me traje un poco de trabajo a la casa-señala la computadora- ¿Cómo ha ido tu día?

- Bien, entre el trabajo y el estudio se pasó la tarde

- Creímos que volverías antes

-Si, es medio tarde, pero estuve en casa de Jen, luego pase a mi casa por unas cosas y me vine para aquí

-¿Te cruzaste a tus padres? - dice Peter mirándome diferente.

-No, me conto mi hermana que salieron a hacer unas compras, ella sabe que me estoy quedando aquí, y que a mis padres no le importa dónde estoy, aunque...-

-¿Qué pasa? -dicen ambos

-Mis padres no deben saber que me quedo en su casa-ellos se miran extrañados- Les molesta que me ayuden, especialmente ustedes, eso...no sé, los vuelve más...-dejo la frase al aire

Ellos se quedan en silencio y Peter me mira significativamente

-Esta bien tesoro, no hay problema-sonríe Estela

Giro mi cabeza y observo que Matías esta apoyado en la pared escuchándonos

- ¿Hace cuanto estas ahí? -dice su padre

-Un rato.

-Es sorprendente lo silencioso que eres-niega la cabeza su madre con la cabeza, yendo a la cocina

-Mia, ¿Quieres acompañar a Matías? Tiene que hacer unas compras.

Miro de inmediato a Mati pero él no muestra molestia alguna

-Emm, esta bien-digo tímida.

-Perfecto, agarra las llaves del auto, ya tu madre te dijo que deben comprar.

-Si, en un rato volvemos

Mati pasa por mi costado y agarra las llaves que están cerca de la puerta, se gira para verme y yo avanzo hacia él a paso lento.

-cuídense-nos dice su padre y vuelve a la computadora.

Vamos a la puerta del garaje y luego entramos al auto que usa él y su hermano.

DIGNA (proceso de edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora