XXVI

32 3 5
                                    

CAPÍTULO 26


-¡Adiós seño! Nos vemos el sábado.

-Adiós Manu-me inclino y le doy un abrazo-pórtate bien, nos vemos.

Sale corriendo del aula para jugar con sus amiguitos antes de irse.

-¿Te parece si yo llevo todas estas cosas al aula de juegos? Y tú terminas de ordenar las sillas, es lo único que falta.

-Si Valen, es buena idea.

Ella toma algunos juegos y se va, mientras que yo ordeno.

-¿Te ayudo?

Levanto la mirada y observo al dueño de esa voz acercarse.

-Por favor-sonrío.

Llega hasta donde estoy y me atrae a su pecho envolviéndome con sus brazos.

Aprovecho y cierro los ojos, también abrazándolo, mientras aspiro su perfume, y relajo los hombros.

-¿Cansada?-dice aun sin soltarme.

-Un poco, hoy estaban más enérgicos de lo normal.

-Entiendo, te ayudo a ordenar.

Se aleja pero mi cuerpo quería seguir abrazada a él, en algún momento podré hacerlo.

Terminamos de acomodar lo que falta, y cuando estoy tomando mis cosas Valentina vuelve al aula.

-Terminaron-dice inspeccionando todo.

-si-contesto-solo te faltarían esos tres juegos y listo.

-Buenísimo, ¿todo bien?-se dirige a Matías.

-Si, me conto Mia que los niños estuvieron inquietos, gracias a Dios los míos se portaron bien, y prestaron atención.

-Si, como te dije una vez, cuando me toca dar la clase, enloquecen, pero bueno, Mia siempre ayuda.

-Paciencia, ya te respetarán-agrego yo.

-Bueno-habla Matías mientras observa su celular-tenemos que irnos.

-De acuerdo, nos vemos más tarde Valen.

-Si, nos vemos chicos.

Salimos del templo y caminamos hacia su auto

-Esta vez no me invitó, tal vez se dio cuenta.

Una vez que termino de ponerme el cinturón me quedo observándolo

-¿Qué?-pregunta al darse cuenta.

-No se te escapa ninguna ¿no? ¿Cómo te acuerdas de ese día? fue hace meses.

-Pero fue la primera vez que salimos, no se puede olvidar.

-Tienes razón.

Él sonríe al escuchar eso, yo no digo nada más, y dejo que la música nos envuelva, mientras que Matías maneja hacia mi departamento, para poder cambiarme y estar presentable en las fotos.

Una hora después estacionamos y bajamos, Matías toma su equipo de fotografía y caminamos juntos.

En esta ocasión decidí ponerme un vestido corto de color beige, con manchitas de un tono más oscuro, me cubre los hombros y su escote es recto, es ajustado al cuerpo hasta la cintura, la parte de abajo es suelta, y es muy linda para unas fotos al aire libre, esto lo acompaño con unas zapatillas blancas, mi cabello suelto con ondas, un poco de maquillaje y en una pequeña cartera verde mis pertenencias.

-Estamos en Palermo ¿no?

-Si ¿nunca viniste?

-No era de salir a pasear mucho, al que siempre quise ir es al rosedal...-

DIGNA (proceso de edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora