XXIV

19 3 0
                                    

CAPÍTULO 24

-Muy bien alumnos, pueden retirar su trabajo final al salir, estoy muy contenta de ver todo lo que han logrado, y sé que también les irá bien en lo que se propongan, que tengan un feliz egreso y buenas vacaciones.

Todos mis compañeros festejan y comienzan a hablar entre ellos, tomo mis cosas y camino hasta su escritorio para ver si aprobé o no.

-Hola Mia, aquí tienes tu trabajo, me gusto mucho tu ensayo, ¿Ya sabes qué estudiar?

-Si, estudiaré para docente de primaria.

-No me sorprende, estoy segura que serás una excelente maestra.

-Muchas gracias profesora, nos vemos en el acto de clausura.

Tomo mi trabajo y camino a paso acelerado, necesito ver mi nota.

- ¿Y? ¿Qué te sacaste? -Nati me mira impaciente.

Bajo la mirada y veo un hermoso diez anotado en la esquina de la hoja.

- ¡Me saque un diez! -exclamo emocionada.

- ¡Yo sabía! Mi amiga es una genio, no puedo creer que ya terminamos la última semana de clases, amiga, ¡nos egresamos! No me lleve ninguna materia-agrega con orgullo.

-Tampoco lo puedo creer, el año que viene iniciamos las carreras, y no te voy a tener de compañera.

Nos miramos con tristeza y la nostalgia se hace presente, nos toca cerrar este ciclo, a la expectativa de las nuevas etapas que vendrán.

-Lo sé, pero nos veremos los fines de semana, y te visitaré, eso ni lo dudes.

-Gracias-la abrazo y luego cruzamos nuestros brazos mientras caminamos a la salida.

-ahora...-la complicidad en su voz se hace notorio.

- ¿Qué pasó con Gastón? -digo antes que el cuestionario de mi noche se haga presente.

- ¿Debería haber pasado algo? -dice distraída.

-No sé, tal vez te escribió para ir a tomar un café, y tu aceptaste...

-Bien-se rinde-sí, me escribió y yo le dije que sí, iremos mañana antes de la reunión de jóvenes.

- ¡Natalia! -me asombro-no me lo esperaba, pero estoy muy contenta, se que te parece lindo, y te interesa hace mucho.

Me cuestiona con la mirada pero yo sigo hablando.

-Eras demasiado obvia amiga, el domingo anterior te sentaste al lado de él, varias veces te atrapé mirándolo, y me habías dicho que se escriben seguido, solo era cuestión de tiempo.

-Ahora que lo dices de esa forma, puede ser que si haya interés-levanto mi ceja y ríe nerviosa-okey si, lo admito, me emociona la salida de mañana, veremos como prosigue esto.

-Esperemos que bien, sino se las verá conmigo.

- ¿Te imaginas que tengamos una salida los cuatro como pareja?

-Tampoco te adelantes mujer, tiempo al tiempo.

-Pero lo tuyo esta asegurado, dentro de poco van a ser novios ¿o no crees eso?

Veo a los lejos como Matías habla con su grupo de amigos, se lo ve muy contento.

-Creo que ya debe estar pensando como pedírmelo-sonrío.

La horas pasan y termino mi turno de trabajo, así que me dirijo hacia la casa de Jen, hoy quedamos en charlar, y me viene muy bien.

-Hola Mia, ¿Cómo estás?

-Hola Jen, todo bien, solo un poco cansada.

Ingreso a su casa, poniéndome cómoda en el sillón.

- ¿Mucho trabajo? -dice mientras se acerca con dos tazas de café y unas galletas dulces.

-Si, por ser viernes hubo más demanda, pero bueno, hay trabajo, es lo importante.

-Así se habla.

La miro con duda pero decido contárselo, ella ha sido parte clave de mi vida.

-Jen...

-Si dime-toma asiento frente mío y presta atención con una sonrisa tranquila.

-Anoche salimos con Matías, fuimos al cine y luego a comer, la pasamos hermoso.

-Que lindo, me encanta que tengan estos avances-felicita- ¿Cómo te sentiste?

-Muy bien, es impresionante la comodidad que siento con él, y se debe al haberlo trabajado, hace meses no tengo miedo de los hombres, o estar sola con ellos, me siento normal, y me pone contenta porque puedo avanzar en la relacion.

-Estoy muy orgullosa de ti Mia, de ver tus logros, sé que no ha sido fácil, pero has superado cada obstáculo, impidiendo que el pasado controle tu futuro, te felicito.

La visión se me hace borrosa, por las mismas lágrimas que estoy intentando contener.

Superar el abuso de años, la adicción y el miedo hacia los hombres es un gran logro, algunas tardan más y otras menos, pero cada proceso es igual de importante.

Siempre creí que debía pasarlo sola, sin ayuda de nadie, ya que me sentía rota, sucia, sin valor, sin propósito, y en realidad no era yo sino los pensamientos que querían controlar mi vida, mis relaciones, mis emociones, mi identidad.

Hoy en día, puedo decir que no estoy rota, tengo valor y propósito, soy amada, redimida, purificada y apreciada, mi identidad está en Dios, ningún pasado, proceso, o situación, define quien soy, el único que tiene el poder para hacerlo, es Dios, y por fin pude entenderlo.

Una lágrima cae de mi ojo izquierdo y la seco rápidamente, pero al segundo cae del otro ojo.

-Perdón-digo con vergüenza secando mis lágrimas.

-No pidas perdón bella-Me extiende un pañuelo.

-Es que pienso el lugar de donde me sacó Dios, y lo único que siento dentro mío es gratitud, tengo una nueva oportunidad y él me hizo una persona nueva, soy plena-sonrío feliz.

-Comparto tu felicidad-noto que sus ojos también están lagrimosos-Es una bendición poder acompañarte, gracias por haber confiado en mí.

Ambas sonreímos.

-Anoche Matías me beso-tiro de golpe.

- ¿¿Cómo?? -abre los ojos sorprendida-¿Matías te beso?

-Si-digo con vergüenza.

- ¿Y cómo es posible que no me hayas dicho antes? Míralo al muchachito, cara de bueno y tranquilo, pero mandado.

Me río inmediatamente, si supiera que no es para nada tranquilo como piensa, Matías es una de las personas más cargosas, bromistas, divertidas, intensas y extrovertidas que conozco.

-Si supieras como es conmigo, te sorprenderías.

-Ni lo dudo, pero cuéntame-se acomoda en el sillón mostrando interés-cómo fue que llegó a besarte, algo tuvo que pasar para que no se aguantara-ríe con diversión.

-En la cena la conversación se puso un poco profunda, y declaró que está completamente enamorado de mí.

Jen hace gestos de emoción y siento como mis mejillas se sonrojan.

-Y cuando estábamos en la entrada de mi edificio, le dije que yo también estaba completamente enamorada de él, y bueno, dijo voy a hacerlo y me besó, así sin más.

-No puedo creerlo, no puedo creer que se lo hayas dicho, estoy muy asombrada.

Mientras ella procesa la información yo como tranquilamente una galleta, tuve toda la noche para procesar lo que pasó, y no me arrepiento.

-Lo sé-hablo-pasé de mantenerlo alejado por temor, a declarar mi amor hacia él, ni yo me reconozco.

- ¿Pero te arrepientes?

-No-niego firme-era el momento de hacerlo.

-Y si te pide ser la novia, ¿te sientes lista para iniciar una relación?

-Sin duda que sí, quiero serlo.

DIGNA (proceso de edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora